"Hermanas" [Daerin]

2.10: Los frutos del esfuerzo

Kang Haerin

Ya son las 3 de mañana y mi casa se encuentra con padres "responsables" tirados en el suelo, unos riendo y otros llorando vaya ver porque razones. Junto Greg le ayudamos a la mayoría a levantarse y tomar un taxi, no sin antes decirles que vengan más tarde por sus hijos que duermen en las habitaciones libres que tenemos para invitados. Cuando paso por uno de los cuartos para ver qué todo esté bien, me encuentro a Minji dormida en un sillón con un libro en sus manos y a su lado en la cama están mis dos ahijadas de 5 años profundamente dormidas ¿Que paso aquí?

Mientras recojo un poco el desorden, desde la ventana veo a Danielle subirse en un coche e irse. Nerviosa vuelvo a mi labor ignorando por completo lo que sucedió hace unas horas.

- ¡Uh! Jajaja casi me... casi me caigo - dice mi ebrio esposo.

- Greg, ve a dormir anda - le digo dejándo la escoba en el suelo para ayudarlo a subir a la habitación.

- Noo, mejor vamos a bailar - se queja.

-  Estás loco, mira como estás - lo siento en la cama y quito su camisa.

- Hey, hey. ¿Por qué me desnudas? ¿Quieres algo de mi?

- Jajajaja deja de jugar y acuéstate

- Veen amor, no me dejes solo y acuéstate conmigo... - golpea tontamente mi lado de la cama y sin que responda se va durmiendo poco a poco.

Con un total cuidado pongo las sábanas sobre su cuerpo mientras me siento a su lado y acaricio suavemente su cabello. Hm, rio al verlo sonreír por mis caricias. Sin querer siento como mis ojos se van encharcado a medida que voy recordando el mal que le hice, en lo débil que fui y en lo poca mujer que me he convertido. Muchos podrían decir, tranquila solo fue un desliz, somos humanos y cometemos errores, bla, bla, bla, como sea. Para mi Greg quitando sus tontos defectos es el cariño hecho persona, es la única persona que me ha amado de verdad, que me cuida, da todo por mi y lo he traicionado; acabo de romper la promesa que le hice delante de Dios.

- Por favor Greg, Perdóname....

Kim Minji / Unas horas después

- ¡Tía Minji! ¡Tía Minji! - gritan las niñas saltando en la cama.

- No, no soy su tía - digo asustada colocando mis manos hacia al frente para que no se me acerquen - Y-y cálmense va a despertar a todos

- ¡Tía Minji! ¡Tía Minji¡ - siguen gritando sin parar poniéndome muy nerviosa. Dios como odio a los niños.

- ¡Niñas! - ellas dejan de gritar y todas miramos hacia la puerta - hagan silencio y vayan a desayunar

Hay mismo las dos monstruos salen corriendo hacia la cocina. Vuelvo a sentarme en el sillón mientras suelto un casto suspiro, al alzar mi mirada veo a Hanni riendo apoyada en el marco de la puerta riendo.

- Ja ja ja, si muy gracioso - le digo.

- La verdad es que si ¿Le tienes miedo a dos inocentes niñas?

- ¿Inocentes? Son unos diablos

- Jajajaja, Bueno en eso tienes razón - me dice entrando y sentándose en la cama.

- Ugh, ni siquiera sé cómo terminé aquí - acaricio mi cabeza intentando calmar mi dolor.

- Yo sí. Eran como las dos de la mañana y yo estaba aquí intentado dormir a las niñas, de la nada tú apareces totalmente ebria y empiezas a hacer todo tipo de tonterías haciendo que ellas rían, luego terminas en el sofá y aprovechando tu estado te entrego el libro que les estaba leyendo y me fui, cuando volví las tres ya estaban dormidas. Fue lindo la verdad...