Capítulo 02

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« Jᴇɴɴɪᴇ »

Comencé a sentir un martilleo retumbando en mi cabeza. Por lo que abrí mis ojos lentamente, me había quedado dormida en el sofá junto a Rose, que descansaba profundamente en el sillón de cuero negro a mi lado. Me estiré, pero de pronto sentí un vacío. Algo muy raro en mi, algo que no pasaba frecuentemente..., Aunque sería mentira decir que no pasaba.

Me levante del sofá, pasando mis dedos por mi cabello estresada. Agarre mi celular que estaba frente a mi, en la mesa moderna de madera fina. Cuando vi la hora, Note que era de madrugada. Pero lo que hizo fruncir mi ceño, fue que tenía muchos mensajes de Myung, mi Manager, y más de quince llamadas perdidas. Sabía que mañana iba a ser un día más que ajetreado para mi.

Como había hecho todos estos últimos días. Fui directamente hasta mi habitación, no me moleste en encender la luz para iluminar mis pasos. Sino que, fui al armario en busca de una sudadera oscura, mis típicas gafas de sol negras, y la misma gorra que había utilizando para llegar hasta aquí sin personas detrás de mi comiendo de mis rastros.

Me vestí rápidamente, colocándome las zapatillas. Iba a salir un rato, posiblemente no hayan muchas personas, ya era bastante tarde y eran días de semana. Pero aun así, se dice que debemos ser precavidos en todo momento, ¿No?

Agarre las llaves de la penthouse, y salí de alli silenciosamente. Antes, me gire y vi sobre mi hombro a Rose, Que todavía dormía. Así que, cerré la puerta detrás de mi sin hacer ruido alguno. Solo se escuchaban los pasos de las pequeñas hormigas, las cuales a penas eran un pequeño grupo de dos. Sonreí levemente.

Entre en el ascensor, bajando hacia el primer piso. Y, en un abrir y cerrar de ojos. Ya estaba caminando con las manos dentro de las sudaderas, intentando despejar mi mente de cualquier tipo de pensamiento. Sea negativo o positivo, solo estaba intentando no tener alguna cosa que interrumpiera mi momento de paz.

Pude ver el banco donde siempre me sentaba. Solo que esta vez vi una silueta sentada en la esquina. Enarque una ceja curiosa; Una parte de mi quería devolverse por peligro a que sepa quien era yo. Pero la otra parte quería ir y ver de quien se trataba. La vena que me picaba de la intriga ganó, y seguí avanzando.

Me senté a su lado. De inmediato el olor a tabaco me inundó las fosas nasales, haciendo que tosiera levemente. Gire mi cabeza hacia quien estaba a mi lado. Tenía una sudadera negra con capucha que cubría su rostro, unos vaqueros desgastados decoraban sus piernas. Y, aún cuando el aroma del tabaco era fuerte. El que aquella persona desprendía era suficiente para causarte escalofrios.

Era una fragancia dulce y tranquila, pero al final tenía un toque masculino y sensual que te hacia estremecer. Además de unos pequeños toques frescos, que hacían de el momento más acogedor. ¿Quien era esta persona?

Escuche el sonido del tabaco siendo aplastado por el pie de quien estaba a mi lado. Cuando se giro hacia mi. Quede hipnotizada por lo hermoso que la componía.

Su cabello negro caía por su frente, tenía ojeras por debajo de esos gélidos pero grandes ojos mieles. Sus labios eran carnosos y apetecibles, en ella había una manzana de adán que inusualmente se encontraba en las mujeres dándole un toque a su cuello. Donde habitaba un pequeño lunar, que llamaba mucho la atención. Tenía aura masculino, pero sus rasgos femeninos bien definidos se hacían notar.

Trague saliva cuando sus ojos se posaron en mis labios. Y luego volvieron a mi mirada. Enarco una ceja.

—¿Jennie Kim? —me conocía. Pero no tenía rostro de estar emocionada.

Desconocidas (JENLISA G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora