Capítulo 03

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« Lᴀʟɪsᴀ »

Di dos ligeros golpes a la puerta de madera lisa. Después, volví a entrar las manos dentro de mis bolsillos. Esperando pacientemente a que Jisoo abriera para dejarme pasar. Me dolía un poco la cabeza, nada de que asustarse, pero aún así decidí venir por una pastilla a su casa.

O, tal vez, era una excusa para venir a casa de mi mejor amiga. Desde que comencé a adentrarme en el mundo de las drogas, me aleje de ella como si fuese un fenómeno. Me arrepentía gravemente, pero no podía cambiar el pasado. Y, por como va mi futuro, tampoco podía enmendarlo. Solo esperaba que me perdonara, a si sea sin poder mirarme a la cara.

Cuando la puerta se abrió, me dejo ver a la pelinegra de ojos oscuros y piel clara. Sus labios rosados se fruncieron al verme, pero no con enojo, si no melancolía. Sus lindos ojos se abrieron de par en par, y sus cejas definidas se alzaron con sorpresa. Parecía que tenia diez años sin venir aquí.

—¿Lisa? —su voz sonaba emocionada, pero preocupada.

—Hola, Chu—salude con una agitación de mano.

Ella sin pensarlo dos veces me rodeo con sus brazos. Me atrajo hacia ella y me apretujo con intensidad. Casi podía sentir que quería llorar en mi hombro, pero ella siempre fue una persona fuerte, tengo muchos años de amistad con ella... Y la única vez que solto lágrimas de los ojos, fue cuando mi hermano murió. Sacudí mentalmente la cabeza, los recuerdos negativos estaban comenzando a aparecer y todavía no era momento.

Se separó de mi, ya agarro mi rostro entre sus pequeñas y delicadas manos. Su rostro se torno triste y sombrío cuando detalló cada rasgo definido en mi cara. Negó con la cabeza ligeramente, casi de manera inservible.

—¿Todavía sigues con lo mismo? —Preguntó.

—¿Todavía sigues preguntando tanto? —intente bromear. Pero no pude lograr que sonriera como siempre hacia.

—Vamos adentro —dijo, después de varios segundos en un silencio devastador.

Se alejo de mi, dándome paso a la entrada. Me agarre débilmente de la puerta para mantenerme de pie mientras caminaba. Esto lo veía ella con los ojos cristalinos. ¿Tan mal había hecho en venir aquí? De verdad no quería lastimarla más de lo que lo había hecho.

Su hogar estaba tan y como lo recordaba hace casi un año. Las paredes pintadas de blanco, menos el de la cocina, que era un tono grisáceo que emanaba elegancia. Habían cuadros de pintura por varias partes, a lo lejos se veía la pequeña cama de su cachorro, Dalgom..., Y aún cuando parecía un lugar moderno, la calidez de los recuerdos me abrazaba dándome espacio a un lugar acogedor.

Escuche la puerta cerrarse a mis espaldas. Y los pasos de Jisoo acercándose a mi. La luz que iluminaba los pasillos no hacia más que atormentar mi migraña, pero no comente nada. No quería poner el lugar más tenso de lo que estaba, dando una opinión que nadie me había pedido.

—¿Quieres algo de tomar? —Preguntó, siguiendo derecho cuando entro en mi campo de visión. Directo al salón de cocina.

—Agua, por favor —menti descaradamente.

Solo necesitaba algo de alcohol, algo de... Algo que me calmara y me haga olvidar todo lo que tanto daño me hacia. Necesitaba salir de esta tierra, aun con métodos dañinos. Pero no era el momento. Jisoo de todas maneras me lo negaría, y, se sentiría más decepcionada de lo que ya esta. Cosa que quería evitar a toda costa.

Desconocidas (JENLISA G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora