Capítulo 11

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« Jᴇɴɴɪᴇ »

—Muy bien, Jennie—comenzaba mi Manager—. Como te había dicho. Seguramente te hagan preguntas sobre tu vida personal, pero tienes todo el derecho de negarte a responderlas.

—Lo se, Myung —Dije con calma—. No hace falta que me repitas lo mismo tantas veces.

—Es que esto puede ser un poco estresante.

—¿Se puede saber por qué? —enarque una ceja.

—Pues... Yo conozco a los hombres que te haran las preguntas. Personas con quienes he trabajado también han tenido que venir a hablar con ellos. Y, créeme, son preguntas que te dejaran impactada.

—No es para tanto —rode los ojos divertida.

Ella suspiro.

Posiblemente no estén al tanto de lo que está pasando, pero daré un pequeño resumen según lo que esta sucediendo. Debido a que la prensa explotó cuando supo que trabajaré para Industrias Manobal siendo la cara de esa gigantesca empresa, últimamente he estado haciendo muchas entrevistas. Pero por alguna extraña razón se notaba el nerviosismo de Myung a kilómetros de distancia. ¿Qué estaba pasando?

Por razones como estas, a veces pienso que me excluyen de todo. Porque, hasta quienes no deberian saber del equipo—como mi estilista y seguridades que acababan de entrar—, lo sabían y conocían el tema tanto como la palma de su mano.

Rápidamente baje de mi nube de cristal cuando me llamaron, me levante de la silla blanca de plástico, y arregle un poco mi vestido negro, a conjunto de unos tacones del mismo color y un collar de perlas. Mi cabello castaño cayendo por mi hombros pero sin ocultar mis clavículas, y, un maquillaje ligero para darme ese toque natural.

—Pues... Que te vaya bien, Jen. Ya después de explicó todas las cosas que debes hacer después con los Manobal.

—¿"Los"?

—Kai y Marco Manobal.

Sonreí forzosamente. Tenía el mínimo índice de esperanza en que Lalisa apareciera. Puesto que se habia esfumado desde aquella noche que le conté mis problemas para dormir. ¿Acaso pensaba que era fenómeno por tener insomnio?, no esperaba eso de ella. De todos. Menos de ella.

Y eso me sorprendía.

Pase a la sala, donde habían varios camareografos y cosas para la iluminación o el volumen que trabajadores controlaban. Me senté frente a dos hombres en una amplia mesa de vidrio, que tenía un alfombra blanca debajo y daba un glamour de elegancia.

Uno de aquellos hombres no tenía cabello, y llevaba los ojos teñidos de un cálido todo negro. Mientras que el otro tenía el cabello rubio algo corto, al estilo militar, y grandes ojos verdes. Devolví la sonrisa cortesmente hacia los contrarios. Y me incorpore, sabiendo que iban a comenzar.

—¡Uno! —gritaba el camareografo—. ¡Dos! ¡Y tres! ¡Ya estamos en vivo!

—Perfecto —dice el rubio con una sonrisa—. Hoy tenemos a Jennie Kim, la artista que logró romper varios records y ser idolatrada por muchos.

—Añade que gracias a Dios, sigue siendo una idola digna —agrega el de ojos oscuros con una sonrisa.

—En este día te haremos una serie de preguntas para conocerte más, Jennie, ¿estas de acuerdo?

Desconocidas (JENLISA G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora