Capítulo 08

2.8K 236 1
                                    

« Jᴇɴɴɪᴇ »

No podía soportarlo. Las palabras de "eres tan rara y diferente...", por parte de mi propia Manager y madre..., Se sintieron como agujas a una tela que ya estaba cosida. Se sintio horrendo y destrozante.

Hasta ahora, no había tenido inseguridad conmigo misma. Claro, las normales sobre tu mismo cuerpo comparándolo con el de alguien más. Pero no había tenido más complicaciones que dañaran mi salud mental.

Pero por alguna razón. Esa simple oración causó un estrago incomodo y desagradable en mi estómago. Haciéndome querer vomitar todos los sentimientos y las emociones negativas. Solo para intentar vaciar mi mente de todas esas porquerías.

No me hubiese dolido tanto si las palabras no hubieran salido concretamente de mi madre... A fin de cuentas mi Manager solo la acompaño agregando un descarado "cierto", que con un inservible asentamiento de cabeza. Pero viendo mis ojos con consuelo..., No pude agradecerle tanto como quería.

Me dolía. Pero de todas maneras en sus ojos se veía que no quería. Mientras que en los de mi madre... Ira pura.

Entre mis manos en los bolsillos de mi sudadera negra. Tal vez algo a fin de cuentas podría hacerme sonreír.

Me había recordado que la última vez que pude ver a Lalisa; fue en la madrugada justo en la estación del metro. Sentada fumando... Aunque esa acción fuera más que desagradable para mi. Quería verla. Quería sentir su aroma. Quería escuchar su voz cortante nuevamente. Quería ver sus ojos gélidos con un pequeño brillo. Solamente tenia esa necesidad de pasar un rato con ella.

Continúe caminando. Casi podía ver la estacion del metro. No podía divisar casi nada aún. Tampoco estaba tan cerca de mi hogar. Y no traería un automóvil para mi lugar de tranquilidad.

Sonreí débilmente pero sinceramente de lado. Pude ver sus largos pies estirados, su mano agarrando el cigarrillo mientras soltaba el humo de la boca. Y sus vaqueros de siempre, que hoy lucían más limpios que de costumbre. Una sudadera gris. Su cabello corto, estaba suelto con una pequeña coleta. Y, su aroma me envolvió el cuerpo de una manera inusualmente acogedora.

Sin esperar ninguna palabra. Me senté a su lado. Cuando sus ojos se posaron en mi, se abrieron durante un pequeño segundo de manera que invisible. Tanto que llegarías a decir que fue ilusión tuya... Pero cuando se trata de la intriga, interés y casi obsesión que tienes con alguien. Es imposible pensar que solo fue un juego de tu mente.

Cuando sabes que hasta contaste sus pestañas.

—Hace frío —me sorprendió que ella hablara primero—. ¿Qué haces tan tarde?

—Salgo a esta hora todos los días.

—No te vi por aquí ayer.

Bingo. Di justo en el blanco. Ya había descubierto que viene justo aquí todos los días..., Tal vez. Si tengo tiempo a esta hora. Venga. Solo para ver sus ojos marrones. Los cuales me miraban con una intensidad penetrante justo ahora.

—Había llegado muy cansada a casa —todavía se podía notar que estaba deprimida en mi quebrada voz.

—¿Cansada?

—Los famosos no siempre tenemos una vida llena de flores, ¿Sabes?

—Lo se... Yo tuve mi momento.

Desconocidas (JENLISA G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora