Capítulo 18

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«Jᴇɴɴɪᴇ»

Camine en conjunto del frío viento de esta madrugada a nuestro punto de encuentro, y justo donde Lalisa y yo nos conocimos. Ayer debido a nuestras circunstancias, o, mejor dicho, a la tensión entre nosotras desde que Lisa básicamente escapo, no nos vimos la noche anterior. Pero aun así, el día de ayer vine aquí. Solo que esa vez no la vi y me retire de inmediato, ya no tenía las razones por las cuales venir.

Pero hoy me levante con más esperanzas que nunca por encontrarla donde siempre. Aunque sea fumando —cabe recalcar que detesto que fume—, quería ver sus ojos cafés. Pude visualizar su esqueleto a la distancia, sentada en la estación. No pude evitar que mi sonrisa cubriera mi cara.

Cuando estuve cerca de ella, su aroma envolvió mi nariz adentrándose en mis fosas nasales. Aún no había descubierto que aroma era aquel, tan peculiar pero a la vez tan adictivo que te hace querer adentrar a nariz en su cuello. De tan solo pensar en eso sentí un cosquilleo por todo el cuerpo.

Cuando me vio, se levantó de inmediato, haciendo relucir nuestra diferencia de alturas. Me sentí diminuta frente a ella.

—Jennie, pensaba que no ibas a venir —murmuró, se notaba un deje de alegría en su voz.

—Pensaba lo mismo de ti, como no llegaste ayer...

—Espera... ¡Fuiste tu quien no llegaste! —protesto—. Oh... Tal vez llegaste cuando fui al baño de la farmacia —se tocó la barbilla pensativa.

Sonreí de lado. Ella solo río suavemente volviendo a tomar asiento, haciéndose a un lado y dejándome un hueco. Me senté allí manteniendo distancia, pues con la conservación que iba a entablar ahora, no creo que el silencio vaya a ser tan cómodo.

—Lis...—la llame—. Respecto a lo que pasó días pasados... ¿Te puedo hacer una pregunta?

Silencio.

Asintió con la cabeza.

—¿Qué sientes por mi?

Silencio.

Suspiro.

Sus ojos intensos clavados en los míos.

—Siento algo que no debería, Jennie. Siento que eres una de las personas más increíbles que conozco, que has formado un lugar en mi corazón que ni la mejor persona podrá acoger. Solamente siento que me enamore perdidamente de ti, Jen. Y no me interesa ser correspondida. Me interesa expresarte lo mucho que adore saborear tu lengua.

No se porque, pero eso era exactamente lo que quería escuchar. Eso era exactamente lo que sentía, así que me limite a extender la palma de mi mano encima de su pierna, agitandola así indicándole colocará la suya encima. Así lo hizo y entrelaze nuestros dedos.

—¿Qué dices, Manobal? ¿Salimos oficialmente ahora? —Pregunté con una sonrisa.

El brillo que sus ojos acaramelados acumularon eran imposibles de remplazar. Ella río alocadamente, no pude evitar sonreír ante su extrema alegría.

—¡Maldita sea, Jennie! —coloco su mano en mi mejilla, comenzando a repartir besos por toda mi cara—. ¡No sabes lo mucho que ansiaba este momento! —se separo—, ¡Carajo! —Grito alegre al cielo.

Reí, me estaba comenzando contagiar su alegría. Aunque tengo que admitir que por dentro mi corazón palpitaba tan rápido que bombardeaba sangre de más. ¿Así se sentía el amor? ¿Cuando comencé a experimentar cosas por, Lisa, hasta al punto de sentirme así?, no lo sabía, pero amaba este sentimiento.

Coloque esta vez yo la mano en su mejilla, volviendo su rostro hacia mi para dejar mis labios sobre los suyos. Ella no tardo en corresponder y dejar su mano en mi nuca, para adentrar su lengua en la cavidad de mi boca. Nos separamos con una sonrisa. Parecíamos parejas de años, cuando en realidad, bastaron unos meses para enamorar a estas dos chicas.

*****

El sonido de la alarma me despertaba. Casualmente todos los días me levantaba molesta, pero esta vez me levante más ligera y más... Más feliz. Y sabía a que se debía, pista; A cierta pelinegra con ojos mieles.

Me vestí rápidamente, puesto que tenía una reunión con Industrias Manobal y mi Manager. Me vestí sencillamente, unos cargo pants y un crop top negro, esta vez decidí irme a la ligera con un toque de rubor y rimel. Algo de brillo labial y mi cabello suelto por los hombro. Me mire en el espejo agarrado mis cosas para retirarme.

Sabía que era algo precipitado, pero había decidido contárselo a Rose la misma noche pasada. Todavía podía reírme internamente ante la reacción somnolienta de la menor.

FLASHBACK

Entre en la casa con los labios hinchados y el cabello algo desagradable. Lisa había querido una sesión de besos para demostrarme lo feliz que estaba, y, eso sinceramente me hizo sentir bastante bien...., Quiero decir emocionalmente claro.

Me adentre como diablo que lleva el alma a la habitación de la rubia que yacia dormida plácidamente, sus ronquidos hicieron eco en mis oídos de manera insoportablemente ruidosa. Cerré la puerta de un trancaso, que —tal y como supuse—, no despertó a mi amiga.

Me puse en cuclillas y comencé a mover su cuerpo de un lado para otro desesperadamente. Ella soltaba quejidos mientras me daba levemente y si fuerzas en la muñeca.

—¡Rose! —grite—. ¡ROSE! —Proteste, esta vez me acerqué a su oreja—. ¡ROSEANNE PARK!

Mi amiga se levantó con una mueca, uno de sus ojos estaba cerrado, mientras el que estaba abierto estaba completamente rojo. Se notaba que había estado babeando pero lo ignore.

—¿Qué quieres? —Preguntó de malhumor—. Soñaba qué conocía a Arena Grande.

—Ariana.

—Eso mismo.

—¡Rosie, vamos, te necesito contar algo! —exclame alegremente—. ¡Ya tengo pareja!

—Hasta que vas a dejar a tu pobre culo comer.... ¿Eso era todo? —asentí, y ella se volvió a recostar.

—¡Rose!

—Tu te crees que yo no duermo maldita, a ti obligatoriamente te tendremos que meter un aparato por la boca para que....

—¡Es Lisa! —Dije para que se callara—, la mejor amiga de tu novia.

—Me lo repites mañana que seguro se me olvida —se dio la vuelta dándome la espalda.

FIN DEL FLASHBACK

Tan imbécil mi amiga como siempre, y de todas maneras la amaba con todas mis fuerzas. Me encantaba poder compartir esta experiencia con ella, o, más bien, tener con quien compartir esta experiencia tan bonita y me alegro de que sea con ella. Me alegro de haberla conocido a ella.

Tanto como me alegro haber conocido a Lisa. Si hubiera sabido que esa pelinegra salía todas las madrugadas a caminar, no lo hubiese dudado dos veces y me establecía en esta ciudad.

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¡Este capitulo va a ser más corto de lo normal y aquí explico sus razones!

Todas las semanas voy a estar ocupada. Así que subiré capítulos los fines de semana, pero hoy me tuve una situación por la cual debí hacer este capitulo más tarde. Además de que ansiaba subir nuevamente, así que para no dejarlos sin datos decidí hacer el capitulo rápidamente y poder retirarme.

¡Nos vemos posiblemente el próximo fin de semana mis Jenliseros!

Desconocidas (JENLISA G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora