Epílogo

2.9K 206 41
                                    

«Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀ»


En una enorme casa de madera entre el medio de un infinito bosque, estaba una mujer de larga cabellera castaña, ojos felinos y mejillas regordetas, que contaba a sus sobrinos la historia de cómo había conocido al amor de su vida.

—Si, niños, así fue como conocí al amor de mi vida.

Los niños miraban atentamente a su tía, algunos la miraban decepcionados por su terrible acción, mientras que otros la miraban ansiosos por tener esa misma relación con alguien a quien amarán. Uno de los niños, Minyoul, hijo de Momo y Dahyun, quienes estaban comiendo plácidamente mientras escuchaban esa historia que habían vivido junto con la castaña, decidió hacer una sabía pregunta.

—¿Y..., Nunca la buscaste de nuevo, tía Jennie? —Preguntó esperanzado el pequeño.

Jennie suspiro, mientras asentía con la cabeza y una mueca de tristeza aparecía en su rostro.

—Y todavía la estoy buscando, ¿por qué crees que aun no les he dado un primito hermoso con estos ojotes? —hizo reír a los muchachos—. No pienso rendirme, no después de que ella no se rindió.

Jisoo, aquella mujer de cabello azabache, que después de mucho esfuerzo había logrado perdonar a la mujer, aparecía en la puerta con unos aperitivos para los muchachos. Aunque estos ni siquiera se movieron escuchando atentamente la historia, que, muy en el fondo, sólo le traía nostalgia a la castaña.

—Cuéntales sobre la carta, Jendeukie —mencionó, Rose—. Dile lo que dice.

—Tanto que la reservas...—murmuró Mina, haciendo sonrojar a la de ojos felinos.

—¡Si, tía Jennie, vamos! —comenzaron a estallar los niños para que la mujer confesara al fin lo que decía esa oculta carta.

Ella entre suspiro asintió, mientras sacaba la pequeña carta del bolsillo trasero de su pantalón. Habían pasado cinco años desde aquel entonces, y ella aún guardaba esa carta que escribió "su" chica cuando estaba ahogada entre las drogas. Suspiro y sintió ganas de llorar; En las drogas por su mismísima culpa.

Sacudió la cabeza y abrió la carta por fin, viendo las letras tan difíciles de leer para cualquiera, pero tan perfectas a la vista de la castaña. Ella comenzó a leer en voz alta, para aquellos que eran sus sobrinos.

—Y así dice, mis niños...

"Puede que en estos momentos no esté en mi misma, pero quiero decirte que después de todo sigo pensando en ti. Perdóname por haberte hecho llorar de esa manera, mi preciosa mujer. No era mi intención que llorarás a pesar de que los malestares no los debi pagar contigo... Y después de estos sucesos me deberé de marchar, no porque quiera, sino porque seguiré el consejo de mi difunto amigo. Debo de tener un poco de compasión conmigo misma. Por eso me marchó, porque esta vez eres tu quien me tienes que buscar. Encuentrame y te daré otra oportunidad, demuéstrale a este humilde corazón que dejarías la fama por estos cálidos abrazos. Después de que leas esta carta oficialmente somos desconocidas, porque cuando nos veamos nos volveremos a conocer. Te tengo que volver a enamorar, enamorame otra vez... Si es que dejo algún día de sentir mi corazón hundirse al extraño de tus besos. Por eso te digo, ahora somos desconocidas, Jennie. Y te daré la oportunidad de conocerme, si tienes el valor de buscarme".

Y justo entre las ramas de los árboles, y los frutos de los arbustos, apoyada en una gran roca mientras miraba atentamente aquella cabaña desde lo más bajo. Estaba una pelinegra de cabello corto y grandes ojos ámbar, que terminaba de escribir su novela llamada "Desconocidas", tal vez inspirada en una historia verdadera, con la esperanza de que su amada la encuentre.

Porque ella lo sabía, sabía que Jennie la estaba buscando como una loca. Pero no le daría el privilegio de aparecer como si nada; Ahora le tocaba a ella luchar, sufrir, correr, hasta llegar y estrecharle la mano a la pelinegra como dos formales desconocidas que son. ¿No?

Porque la pelinegra lo sabe, sabía que Kim Jennie no se daría por vencida. Y Lalisa Manobal siempre estaría para esperarla.

FIN

Desconocidas (JENLISA G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora