Desconocidas (JENLISA G!P)

Capítulo 10

« Jᴇɴɴɪᴇ »

Había un tornado en mi cabeza. Estaba caminando de un lado a otro estresada. Mi madre me había pedido ir a casa, la cual estaba a dos horas de aquí en coche; a causa de que mi hermana había caído en una enfermedad grave. Pero por otro lado, cabía el detalle de que en tres días era mi presentación. Y, debía estar preparándome.

Si, la familia es lo primordial. Pero podía perder una gran cantidad de fama si no hacia bien esta presentación... Y, tampoco debía de creer siempre las palabras de mi madre. Siempre mentía, con el simple hecho de tenerme estancada en casa. Esta bien que me extrañe pero... Ahora mismo no necesitaba eso. Y mucho menos otro de sus engaños.

Para ocasiones como estas necesitaba ver a mi mejor amiga. Eso era lo que estaba haciendo ahora. Esperando por ella en su mismo departamento —me había dado una llave por si quería entrar—, moviéndome de un lado a otro. ¿Donde estaba que no llegaba?

La puerta principal hizo un ruido. Había acabado de llegar. Pero también se escuchaban los murmullos de otra voz femenina, una que no yo no reconocía. Me di la vuelta para encararla. Frenando en seco cuando note a otra chica. Tenía el cabello negro cayendo por sus hombros, labios rosados, era de baja estatura delante de la rubia, y, desprendía un aura agradable.

Lo que más llamo mi atención. Es que Rose de inmediato pareció colorarse. Sus mejillas se tiñeron de un carmesí muy tierno, y, intentaba de evitar mi mirada. Alce una ceja con diversión. ¿Era por esto que no nos veíamos con frecuencia?

—Jendeukie...—susurró, acercándose a mi.

—¿Por qué no me has presentado a tu nueva novia, Rosie Posie? —la pelinegra soltó una pequeña risa.

—¡Jennie! —protesto—. Nos estamos conociendo. Por eso no te he dicho nada, siempre quieres estar adelantando las cosas.

Rodé los ojos cruzando por su lado, pasando de ella. Quede frente a la chica de cabello y ojos oscuros. Quien a pesar de no haber dicho palabra alguna, tenía una sonrisa cálida decorando su rostro.

—Jennie Kim, es un gusto —Extendí mi mano.

—¿Quien no conocería a la gran Jennie Kim? —la estrecho—. Soy Kim Jisoo, el placer es mío.

Cuando separamos nuestras manos. Ella se quedó analizando mi rostro, como si necesitará saber algo de mi. Aunque rápidamente esfume esos pensamientos. No podía juzgar un libro por su portada, o más bien por sus miradas juzgativas. Me hice a un lado para darle el paso.

—Eres bienvenida en esta casa.

—¿Esta no era MI casa? —dijo mi amiga, remarcando la palabra "Mi".

—No. Es NUESTRA casa, que equivocaciones las tuyas —le recalque.

—Es muy linda—dijo, Jisoo. Mirando a su alrededor.

Me pareció muy bonita la manera en la que mi amiga miraba embelesada a la más baja. Nunca la había visto enamorada, o, más bien concentrada en algo que no fuera un polvo rápido. Pero esta vez se notaba que podía llegar a ser diferente. Cosa que me alegraba un montón. Amaba ver a mi amiga así de feliz.

—Si. Y, ¿Sabes? Puedes venir cuando quieras —comentó mi amiga. Caminando detrás de la contraria.

—Ejem.. Rose —la llame, caraspeando fuertemente.