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Un chasquido de lengua resuena por la habitación, sobrepasando el nivel de la música clásica que hay de ambiente, acompañándole pocos segundos después el sonido del periódico arrugándose y unos pies haciendo ruido por bajar las escaleras con rapidez.

El peliblanco rueda los ojos al ver a su hijo pasar flechado hacia la puerta, sin querer ni preguntar ni quién es, lo sabe de sobra.

- ¡Taetae! — le escucha decir, y la ínfima esperanza de que no fuese él, se esfuma — llegas temprano, ya te extrañaba — oye con claridad el sonido de un beso en una piel, obligándole a resoplar en desacuerdo — vayamos a mi cuarto, pero antes tienes que saludar a papá.

- No entiendo por qué debería hacer eso — dice el omega mayor, cerrando la puerta tras de sí — el señor Min solo me va a poner mala cara y resoplar.

El mencionado abre la boca para responder, pero se calla y pone su mejor sonrisa falsa cuando su cachorro y el mejor amigo de este, llegan al salón; los ojos del peliblanco recorren la anatomía de ese muchacho de 23 años que siempre va vestido a todos sitios como si fuese un cantante de rock, con esas mechas verdes pasadas de moda y mirándole con mala cara.

- Buenas tardes, Taehyung — saluda, cerrando el periódico — ¿Queréis que os prepare la merienda?

- Sí, papá por favor — sonríe el de cabellos naranjas, arrancando una sonrisa suave de su padre — ¿Podríamos comer tortitas? ¿Por favor? — el mayor, rueda los ojos, levantándose de su sillón hacia ellos — sabes que me gustan mucho.

- Y que tienen mucho azúcar, Jiminie — suspira este, revolviendo el cabello de su hijo — te compro las tortitas, pero con frutas, nada de chocolate.

- Gracias papá, te quiero mucho — sonríe el menor, dándole un fuerte abrazo a su padre que sonríe con dulzura ante eso, siendo ambos observados por Taehyung que rueda los ojos porque para él siempre hay malas caras.

En efecto, cuando el abrazo se corta el mayor pone su atención en él, frunciendo el ceño para girarle la cara de forma cortante y haciendo que Taehyung abra la boca en total confusión, siguiendo sin poder creer que exista alguien tan desagradable como ese hombre.

- Encima de viejo y maleducado, es aburrido — gruñe, mirando el periódico y escuchando la música clásica de fondo.

Una mirada ponzoñosa de reojo le es dedicada de parte del peliblanco hacia Taehyung, que se pierde hacia la cocina; el omega menor gruñe de nuevo, aunque pronto se le pasa cuando Jimin le entrelaza las manos, sonriendo y haciendo que sus lindos ojitos se pierdan por el camino.

- Eres tan lindo, venga vamos a tu habitación — sonríe este, haciendo que el omega menor comience a andar — quédate siempre con quince años, no crezcas.

- Es curioso, papá dice lo mismo — se ríe, tapándose la boca con la manita — no deberías hacerle caso con su actitud, solo es sobreprotector — el castaño rueda los ojos, escuchándole — soy su único cachorro y no quiere que me pase nada malo.

- Sinceramente, eres como un hermanito para mí y, además, tú tienes un amor secreto — se ríe Taehyung, viendo cómo las mejillas del menor se tiñen de rosa — ¿Has conseguido hoy hablar con Hoseokie?

- No — niega, algo apenado — e-es un alfa muy popular y no puedo acercarme mucho a él.

- Ese niño está loco por ti y si no al tiempo, ya lo verás — el omega levanta el mentón con orgullo, haciendo reír al menor — y dile a tu papá que se tome supresores o algo, no soporto que apeste todo a menta.

Jimin se sorprende de eso, mirando a Taehyung como si fuese un bicho raro por esas palabras, pensando seriamente en lo que acaba de decir.

Su padre es beta, no tiene aroma.

La sonrisa con la que Yoongi entra en la habitación para dejarle la merienda a los niños se borra en el momento en el que ve a Taehyung apoyado en la ventana fumando; la furia le llena de pies a cabeza, sin poder creerse lo maleducado que es ese o...

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La sonrisa con la que Yoongi entra en la habitación para dejarle la merienda a los niños se borra en el momento en el que ve a Taehyung apoyado en la ventana fumando; la furia le llena de pies a cabeza, sin poder creerse lo maleducado que es ese omega por fumar en la casa de alguien que no tiene esa mala costumbre.

- ¿Quién te ha permitido que fumes aquí? Y en la habitación de mi cachorro, además — gruñe, dejando la bandeja encima de la mesita — ¿Dónde está Jimin?

- En el baño, y es él, el que me deja fumar — responde, tirando la ceniza por la ventana con clara cara de recochineo — señor Min, debería asumir de una vez que soy el mejor amigo de Jimin, y que va a seguir siendo así, no entiendo por qué tanta animadversión hacia mi persona, si soy un amor — y le guiña, haciendo agotar la paciencia del beta.

- Es mi casa y bajo mi techo no se fuma — sentencia, acercándose hacia Taehyung; el omega ve cómo su muñeca es agarrada y con la otra mano le sustrae el cigarro, tirándolo por la ventana — ¿No deberías buscarte amigos de tu edad?

- ¿Y usted? ¿No debería buscarse alguna beta que le quite ese mal humor de mierda que siempre lleva por bandera? — gruñe, apartando el agarre con rabia.

- No necesito una pareja, tengo más que suficiente con mi cachorro — se excusa, mirando a los ojos al omega — tú estás en edad de buscarte un alfa con el que enlazarte y yo no te lo digo cada dos por tres.

- Lo mismo digo — le responde, acercándose a él de forma desafiante.

Todo esto, siendo observado por el omega menor, que se tapa la mano con la boca mientras se ríe en silencio viendo cómo de nuevo su padre y su mejor amigo están tan cerca que le dan ganas de apretarles la cabeza para que se besen.

Ese es el sueño más grande de Min Jimin, que Kim Taehyung sea la persona que haga que su padre sea feliz.

Jiminie's dad ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora