Diversos "Especies" La alianza de la flor de fuego

Capítulo 2. Mirando al pasado

Lanati permaneció en silencio, en sus ojos parecía haber una tormenta de arena diminuta. De pronto, agua comenzó a salir por su boca y nariz, parecía ahogarse.

Layla se sobresaltó y la sacudió con violencia.

—Lanati, despierta, despierta.

Lanati se desplomó, Tommy se apresuró a sostenerla. En algunos segundos volvió en sí, no podía respirar, jaló grandes bocanadas de aire.

—¿Qué diablos fue eso? —preguntó Tommy.

—No lo sé —Layla apenas y contestó—, nunca la había visto hacer esto, no sé cómo funciona.

—Estoy bien —Lanati comenzó a levantarse—, al mirar al pasado o al futuro, algunas veces estoy dentro del cuerpo del individuo de quién estoy observando y vivo lo que ha pasado con él. Pero en el presente solo es una ilusión que desaparece en cuanto vuelvo, ¿lo ven?, no hay ningún rastro de agua en mí.

—¡Asombroso!

—¿Quieres decir que yo morí ahogado o algo así?

—No es el caso. Sin embargo, estuviste a punto de hacerlo. Déjame contarte algunas cosas más y lo que ahora he visto.

»Mencioné que, al principio, creé a las damas medusa; fueron dos mujeres. La primera sería la que gobernaría a su especie y se proclamó Reina a sí misma, la segunda, se consideró la Princesa de los mares, ambas se consideraban hermanas y se amaban como tal. Sin embargo, la segunda quiso conocer más la tierra firme y de vez en cuando salía del agua, y daba largos paseos. Sus tentáculos eran una fina tela que se adhería a su piel cuando salía del agua para mantenerse húmeda, solo por algunas horas esto era posible.

»Ambas, la Reina y la Princesa eran inteligentes, fuertes y líderes guerreras, tal y como eran los seres que creé, los primeros Zuhaitza y Txori.

»Pero ellas tenían unas formas diferentes de luchar, tenían bastones de guerra que llenaban de veneno para paralizar a sus enemigos, para que al final murieran por asfixia. Ellas nunca iniciaban guerras, pero si alguno les hacía el llamado, acudían, sin importar si él era un enemigo cruel o era un defensor. Solo acudían al primero en ir a ellas.

»La Reina, no podía procrear a causa mía, su principal objetivo era volver a darme vida, así que creé a una segunda dama, la Princesa, ella llenó los mares de vida y dio a luz a más damas.
Para poder procrear, la medusa creaba una burbuja de agua en su vientre y colocaba una brillante perla dentro de ella, ¡era fantástico!, podía ver todo el tiempo como aquella perla se iba transformando en un pequeño ser. Durante tres meses la llevaba dentro de aquella burbuja, cuando la nueva dama medusa estaba lista, salía, para integrarse al mar. Ninguna de ellas podía procrear varones, su especie sólo eran hembras.

»Una ocasión, la Princesa se aventuró a ir más allá de lo que antes había ido, desafortunadamente, sus tentáculos no mantuvieron la humedad necesaria para mantenerla a salvo, así que estos se secaron y se rompieron. Estaban demasiado resecos y frágiles, y se resquebrajaron hasta su piel.

»Quedó gravemente herida, su piel se abría. Osmon la encontró y la trajo a nuestro lugar, la ayudamos manteniendo su piel húmeda, con el tiempo pudo sobrevivir en la tierra, pero ya no pudo volver al mar.

»La Reina se lamentó mucho este hecho, pero usaban el manantial para poder reunirse de vez en cuando.

»Ahora, lo que he visto; hace cientos de años las damas medusa comenzaron a ser cazadas por los hombres, ellos creían que eran brujas de mar. Las cazaron hasta el punto de llegar casi a la extinción, pero la Reina sabía que debía ocultarse y así lo hizo, se quedó en las profundidades del mar junto a unas pocas sobrevivientes damas medusa.