Diversos "Especies" La alianza de la flor de fuego

«Flores blancas»

Layla había corrido hasta la casa de su madre en cuanto había pisado la aldea. La encontró luchando por liberarse de las lianas que la aplastaban.

Ayudó a su madre a liberarse y se abrazaron aliviadas, sin embargo, Layla; cansada, con la culpa, el miedo y el dolor a flor de piel, se echó a llorar en los brazos de Valyria.

No sabía cómo darle la noticia de que Missa había sido enterrada viva, no sabía cómo convencerse a sí misma de haber hecho el mayor esfuerzo posible por salvarla. La sensación de que pudo hacer más se apoderaba de ella y la hacía sentir una basura.

Valyria la abrazó fuerte al sentir el cuerpo de Layla sacudirse por el llanto, sabía que debió de haber pasado por algo verdaderamente aterrador. Nunca había visto a su hija llorar de esa manera, siempre había sido una niña fuerte, sobre todo dulce y alegre.

—No pude salvarla —Layla por fin pudo decir mientras seguía llorando en los brazos de su madre—. Pude haber hecho más, debí destrozar mis manos hasta encontrar su cuerpo —dijo con voz fañosa, su nariz estaba constipada por tanto llanto—. Missa se ha ido, ¡Lo siento!

Valyria la separó de ella y miró su rostro. Limpió sus lágrimas, mientras las suyas escurrían como cascada por sus mejillas. Tomó sus manos, y miró la tierra bajo sus uñas, notó algunas cortadas en sus palmas y dedos cuando las volteó.

—Hiciste lo que pudiste, eso lo sé, no debes culparte más.

—Asesiné a Lanati.

—¡Dios! —Llevó su temblorosa mano hasta su boca—. Todas estas lianas que aparecieron de pronto ¿Fue?...

—Sí, estaba fuera de control, no sabía si resultaría lo que había pensado hacer. Estaba segura que yo sería quién moriría, ni en un millón de vidas creí que lo que hice la llevaría a la muerte —cubrió su rostro con sus manos y lloró aún más.

Valyria volvió a abrazarla.

🌸

—Debemos quemar sus cuerpos —Andrew formuló—. ¡Vamos! —Llevó a Tobías con él. No tardaron en apilar leños, de manera en que todos los cuerpos pudieran caber.

Tommy caminaba con el cuerpo de Esmeralda en sus brazos, Samantha caminaba atrás de él abrazándose a sí misma y Anton atrás de ella con pasos lentos. Tommy Posó con suavidad el cuerpo de la niña al lado de Elira.

Mabelle comenzó a enredar por completo los cuerpos, haciéndolos girar; con su telaraña. Y los colocaba uno por uno sobre la pira.

—¡No, no! —gritó Emma cuando Mabelle tomó el cuerpo de Esmeralda para cubrirlo. Corrió hacia ella y golpeó a Mabelle repetidas veces con sus pequeños puños en una de sus patas—. ¡Suéltala, suéltala! Ella no, ella no.

Mabelle sintió pena por ella y volvió a colocar el cuerpo en la camilla. Emma recostó su cabeza sobre el pecho de Esmeralda, sus lágrimas recorrían su rostro, y su cuerpo se movía al ritmo de su llanto. Abrazaba con fuerza a la niña.

»¡No te vayas, vuelve, quédate conmigo! —continuaba suplicando.

Samuel no pudo soportar ver más así a su hija y se acercó a ella intentando separarla de Esmeralda, pero sus intentos fueron en vano. Emma se aferraba a su amiga.

Layla llegó tomada de la mano de Valyria, la soltó al ver a Emma en aquel estado frenético y corrió hasta ella.

—¡Emma! Cariño, tienes que dejarla ir. Ella volverá ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas que ella vuelve?

Emma miró a Layla...

—¡Tú la asesinaste! —dijo con un puchero.

—¡Lo siento! —dijo entre pausas y se alejó de la niña, reviviendo su culpa.