Diversos "Especies" La alianza de la flor de fuego

Capítulo 15. Recuerdos de una traición.

Vio salir a Adira de su bonita choza, Mutter estaba inmóvil observando aquella masacre con el rostro descompuesto. La hermosa diosa no se percató  de que Adira se acercaba a ella con una gigante sonrisa.

El rostro de Mutter Lanati se volteó por el impacto de la espada de Adira, la Txori pateó el estómago de la diosa y entonces la derribó. Un hilo de líquido plata asomó por la comisura de Lanati, la joven no movió un sólo dedo para defenderse.

Adira tomó su rostro y susurró algo, luego la soltó con desprecio. Tomó una liana y ató a Lanati de la muñeca izquierda, y apretó, la liana hizo un corte en la muñeca de la diosa y nuevamente el líquido plata se asomó entre su brazo y la liana. Adira hizo lo mismo con la mano contraria.

Corvus volteó su rostro. Cetan luchaba con el líder de los guardianes; Bern estaba a punto de su gran golpe final, pero Osmon apareció entre ambos y contraatacó evitando que Cetan fuera asesinado. Bern quedó frente a Adira, que ya había bajado de la sede, dejando atada a Lanati, obligándola a observar. Osmon golpeó por la espalda a Bern y el guardián sin fuerza cayó de rodillas ante Adira, ella con un brillo en sus ojos clavó sin piedad su espada en el pecho del líder guardián.

—¡No! —Lanati gritaba con desesperación desde arriba. Vio con incredulidad como su protector atacaba a los guardianes y a aquellos que intentaban defenderla.

Entonces apareció Mahan, enterrando su armadura de garras, estrujando los huesos de los pechos de todos los que, sin fuerza de seguir luchando, estaban tendidos en el húmedo suelo. El ambiente se llenó de un olor a sangre y muerte.

Corvus no empuño su espada, vio a la guardiana arácnida; la joven defendía a aquellos que se habían opuesto a Adira. Él no entendió por qué la chica había dado la espalda a la que juró seguir para hacerla su diosa.

Por fin sacó su espada, pero no atacó ni defendió a nadie, se quedó atónito viendo a Adira subir nuevamente a la sede y Mahan atrás de ella.

La diosa Mutter estaba aterrada, lloraba por sus hijos. Adira empuño su espada y lentamente la clavó en el pecho de Lanati, se sentó junto a ella y Mahan le dio un beso en la mejilla.

Mutter Lanati tenía la mirada perdida entre los cuerpos de sus guardianes. Corvus vio cómo Osmon comenzó a alejarse del lugar y entonces Lanati obtuvo nuevamente su poder; el cual reunió en una sola chispa violeta, la lanzó hacia el cielo y murió.

Corvus siguió con su mirada la chispa al igual que Adira. Con el rabillo del ojo vio a Cetan levantarse por unos centímetros sobre el suelo, con sus alas extendidas. Alzó su espada y la cabeza redonda y negra de la guardiana arácnida cayó dejando líneas de sangre oscura por dónde rodó.

Vio a Mahan deteniendo a Adira para que no siguiera a Osmon, a Bea alcanzando de la mano a Cetan y arrastrándolo con ella para escapar. Ella se convirtió en árbol y él se recostó mal herido en una de sus ramas sin dejar de ver el cuerpo de aquella guardiana que acababa de decapitar. Pronto desaparecieron.

Giró su rostro hacia la sede, Mahan gritaba el nombre de Adira y tenía su cuerpo entre sus brazos. La sangre de Mutter Lanati se derramaba entre las comisuras de los labios de la Txori.

La sed de venganza en su pecho se apagó al ver a Mutter muerta y volvió a despertar aún con más intensidad cuando Adira volvió en su nueva vida como Christell GraceMaldy.»

Lila por fin pudo contenerse, se miró a sí misma como si se mirara en un espejo, observo el justo momento en que estiraba su brazo y se tomaba del cuello. Comprendió que en aquel recuerdo ella estaba dentro del cuerpo de Corvus, era el momento de soltarlo, si llegaba al punto del segundo en el que estaban viviendo en la realidad, acabaría con su vida.