Diversos "Especies" La alianza de la flor de fuego

Capítulo 12. La alianza.

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—Oye, ¿Qué tienes? —preguntó Samantha.

—Ah, no es nada. —Tobías tomó su propio hombro y lo masajeó.

—No parece ser nada, anda ven acá.

—¡Oh que bien! Un poco a la izquierda, ¡ssss!, ahí, duele.

—¿Qué fue lo que hiciste para terminar con tanto dolor?

—¡Esa chica! la Erlea, cayó encima de mí. Yo iba caminando un poco atontado, bebí demás creo, y cuando me di cuenta ya estaba en el suelo y ella encima mío.

—Sí, he visto cómo te mira, parece que le agradas.

—No es mi tipo, sólo he sido amable con ella.

—¿Y cuál es tu tipo?

—Bueno, no sé, alguien un poco más sensible. Ella parece que odia a todo el mundo.

—Quizá te sorprenda, dale una oportunidad.

—Ya lo hice, y sí me sorprendió, a todo el mundo le habla mal.

—Es una pena, ella es tan linda.

—¿Y qué hay de ti?

—Me siento plena —dijo al dejar de masajear—. Después de tantos años mi novio volvió y no sabía cómo tomarlo, pero me siento feliz, aún no me lo creo, y luego está Esmeralda, más hermosa que nunca. Es sólo que hay una enorme distancia entre nosotras, no sé cómo llegamos a esto, ella está siempre tan ocupada y distraída. Hoy la he notado muy nerviosa, con todas estas personas, supongo que es normal.

—Dale tiempo, todo volverá a ser genial, ya lo verás.

—Esa es mi esperanza. —suspiró.

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—No me agradas en lo absoluto. —dijo Lila al llegar junto a Emma.

—¿Qué?

—Ahora que mi hermanito se ha fijado en una humana como tú, andará de muy buen humor, y más te vale que continúe así. Te advierto niña, no vayas a lastimarlo o arrancaré cada mechón de tu linda cabeza.

—Ahórrate tus amenazas —Mabelle se interpuso entre Emma y Lila—. Si le tocas un solo cabello voy a arrancarte tus preciosas alitas como si fuera pétalos. No vuelvas a amenazarla. Además no es cosa que te incumba si se hacen daño el uno al otro, es una relación de dos, no te metas. Ya son bastante adultos para manejar sus acciones ¿No te parece?

—No me interesa quien seas o quién te creas que eres, pero a quién se atreva a lastimar a mi hermano voy a acabar con él.

—Él no necesita de tu cuidado —Emma respondió—. Ya te lo dijo Mabelle, no vuelvas a amenazarme.

—¡Emma! —Elira estaba detrás de ellas.

—¿Sí?

—Ya bebiste tu segundo tarro de poción.

—No, aún no.

—Anda ve por ella.

—Claro «bisabuela». —obedeció.

—Querida Lila, será mejor que no vuelvas a amenazar al potenciador o quién sabe cómo podría reaccionar Lanati.

—¿El potenciador? ¿Ella ...?

—¿No lo sabías?

—Ya veo por qué tu osadía. —Mabelle sonrió

—En efecto no lo sabía, sin embargo no cambiaré lo que acabo de decir, si le causa el más mínimo daño a mi hermano actuaré. «Es verdad, él ya lo había mencionado, el potenciador, la mini diosa». —recordó mientras se marchaba.