La diosa se quedó quieta con el rostro pálido.
—Gracias. —dijo al volverse hacia Layla.
—¡Lo... lo siento! —mencionó la chica uniendo las dos mitades de cristal y encerrándolo en un escudo para enseguida absorberlo en sus manos.
Lanati le sonrió; las flores de su cabello se desprendían al igual que sus lianas caían dándole paso a las fibras de un largo cabello ondulado, de tono castaño claro. Sus ojos se tornaron de color miel.
—¡Esmeralda! —gritó Emma.
Frente a ella, atrás de Mabelle y Andrew, vio a Emma correr en su dirección. Lanati estiró su brazo en un intento de tocarla desde aquel punto tan lejano. Notó su vestido manchado de sangre y el agujero que se formaba en la tela dejando entre ver parte de la piel de la potenciadora.
Emma llegó hasta ella, pero antes de que pudiera tocarla, Lanati cayó inconsciente al suelo. Emma se agachó y comenzó a llamarla con fuerza. Notó algo demasiado extraño en ella misma, sus manos habían cambiado. Sus ojos volvieron a plantarse en Mutter Lanati; su cuerpo tenía la apariencia de una niña de seis años. Observó su propio cuerpo y al igual que el de Mutter, ella ahora volvía a ser la pequeña Emma.
El resto del grupo se acercó a observar aquel suceso tan inesperado.
Tommy había despertado y corrió hasta a su hija. Samantha se unió a ellos. Él la tomó en sus brazos sin comprender que había sucedido.
—Despierta. —suplicó desesperado Tommy.
Emma volteó a ver a Samuel y a Xules que estaban a un lado de ella.
—Papi. —dijo con un puchero, levantándose para prenderse de la cintura de Samuel.
Él la abrazó y en seguida se agachó para limpiar las lágrimas de su rostro. La miraba con asombro, le quitó el cabello de la cara y volvió abrazarla.
Xules estaba atónito, Emma ya no era la joven con la que había planeado estar el resto de su vida.
Samantha cubrió su boca ahogando su llanto al notar que Esmeralda no tenía signos vitales. La niña tenía unos finos rasgos al igual que Tommy.
Layla se puso en cuclillas sosteniendo su cabeza con ambas manos, sin quitar la mirada del cuerpo de Esmeralda. Se sentía culpable de su muerte.
Tommy y Samantha lloraban con amargura abrazando a su hija; que, si no hubiese sido una diosa, hubiera sido una niña con gran belleza. Con los bonitos rasgos de su padre.
—¿Qué sucedió con su poder? —preguntó Andrew.
—Está protegido dentro de mí —Layla dijo con voz entrecortada y sorbió su nariz.
🌸
La neblina desapareció. El sol comenzó a salir en medio de las nubes, iluminando con sus cálidos rayos aquel campo de muerte.
Samantha avanzaba por el bosque caminando con pesar, entre sus ramas llevaba a Tommy y él sostenía fuerte contra su pecho el cuerpo de Esmeralda. Por momentos sus lágrimas volvían a brotar.
Mabelle caminaba con sumo cuidado con Tobías sobre su espalda; sentado con las piernas cruzadas. Ella de vez en cuando miraba al cielo para revisar que Andrew siguiera cerca de ellos.
Layla con sus alas de libélula se movía con apariencia cansada y triste. A veces descendía y con su espada cortaba las raíces y hierba enredada para abrirse paso, sólo para poder dejar de pensar en que había asesinado a Lanati y no conforme con ello, su otra mitad; Esmeralda, se había ido con ella.
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Diversos "Especies" La alianza de la flor de fuego
FantasyNuevamente nos entraremos en el mundo de la diosa madre naturaleza, conoceremos más de las especies de seres que en el inicio de su mundo la diosa había creado, para hacer de aquel planeta un hermoso lugar, sin embargo un error los llevó a ser cazad...