«Un ápice de venganza»

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Sin demora los dos volaron hacia ellos y en cuanto tocaron el suelo se abalanzaron hacia los barrotes de aquella jaula y lograron quitarlos.

Elira se metió y se agachó ante Xules que sostenía el cuerpo de Emma.

—¡Emma! —Samuel la tomó de los brazos de Xules y acarició su rostro. —Emma cariño, despierta. ¡Vamos! Despierta. —dijo desesperado, sabiendo que no podía hacer nada para revivirla, sólo pedirle con desesperación que volviera.

—Tiene que funcionar, vamos Emma, sé que estás ahí, despierta. Debe funcionar. —dijo Elira con esperanza.

—¿De qué hablas? —preguntó Aquila.

—Le di mi sangre.

—¿Qué? —preguntó Samuel.

—El día que intentaron asesinarla en el campo de glicinias, la obligue a beber mi sangre haciéndola creer que era sólo una pócima de hierba. Sabía que su vida estaba en peligro.

—Está sanado —pronunció Xules asombrado.

Todos fijaron su mirada en el agujero que se formaba lleno de sangre en el pecho de Emma.

Aquila metió sus dedos en los espacios que había entre las muñecas de Emma y los grilletes, y los rompió. Los grilletes quedaron en el suelo pegados a una corta cadena de grandes eslabones.

El pecho de Emma parecía generar carne y piel nueva. La esperanza de Xules y Samuel asomó en sus ojos.

—¡Sí, está funcionando! —dijo Elira aliviada.

Samuel la miró, sus ojos despedían gratitud hacia la Txori.

El pecho de Emma comenzaba a subir y bajar respirando.


🌸


Lanati dejó de desmoronarse, abrió los ojos y nuevamente se tornaron de un verde obscuro, dos lianas se enredaron en los cuellos de Tommy y Anton, los jaló hacia atrás arrastrándolos por varios metros.

Samantha corrió hacia Tommy intentando quitar de su cuello la liana, su rostro comenzó a tornarse rojo. Mabelle llegó y cortó la liana para liberarlo.

Layla intentó ayudar a Anton.

—Aléjate. —pronunció él con dificultad.

Layla obedeció. Anton se transformó haciendo que la liana se rompiera, su copa estuvo a nada de golpear a Layla. Ella sacó sus alas de energía y se elevó esquivando las ramas de Anton. Y él volvió a su forma humana.

Andrew había quedado atrapado entre lianas que enredaron por completo su cuerpo cuando seguía al capitán Barbaarne y al científico dentro del túnel donde los vio huir, logró descubrir su rostro y observó a los dos hombres estrangulados por más lianas.

Salió de aquel manojo que lo apresaba y observó el túnel repleto de ellas.

—¡Padre! —gritó Tobías al darse cuenta de que Andrew había sido atrapado ahí dentro.

Su desesperación por encontrar a Andrew vivo, le hacía recordar que él había sido quien lo cuidó durante largos años y llamarlo tío estaba fuera de lugar.

—¡Por aquí! —gritó Andrew en respuesta a la voz de Tobías.

Él usó su habilidad para aligerar el peso de la gravedad y las gruesas liana comenzaron a flotar al igual que Andrew. En cuanto Tobías lo ubicó le ayudó a pesar más para que pudiera caminar sobre el suelo.

Diversos "Especies" La alianza de la flor de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora