MEJORES AMIGAS

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Mi amiga me sonríe y da una vuelta completa para que miremos como le queda el uniforme.

Se ve hermosa, como siempre.

Lo trae un poco más alto de lo normal y las medias son largas hasta los muslos. La chaqueta la trae puesta y tiene mal organizada la corbata, pero no le resta belleza.

Es decir, no esta organizada como el reglamento así lo pide, pero no quiere decir que esta tan mal, se ve muy bien, solo es muy Marion.

Damián está a mi lado, tiene una cara de ¿que está pasando aquí? Y la mía es bastante parecida, pero tipo nos «jodimos»

—¿Pero porque esas caras? —deja las manos en la cintura riendo con malicia—ni que hubiesen visto al diablo.

Prácticamente amiga.

No estamos tan lejos de la realidad. En el buen sentido porque la amo y en algún momento había pensado que seria genial estudiar con ella, pero aunque se me paso por la mente, nunca dije nada, son el tipo de cosas que se piensan pero no se dices.

—Tenemos que hablar—es lo único que sale de mi boca.

Cosa que hace que ella tuerza los ojos en un gesto cansado y aburrido.

—¿Esa es la forma de recibir a tu mejor amiga? —se queja con una mirada recriminatoria.

Apenas estoy asimilando el impacto. Cualquier cosa me imagine, menos que Marion ingresara a la misma institución donde yo estudio y en estos momentos donde todo para mi es un maldito desastre. Un caos.

Me gusta la idea, claro que si, pero no deja de ser raro, muy extraño y sospechoso.

Principalmente sospechoso.

—Que bueno tenerte aquí Marion—le dice Damián finalmente.

Mi amigo se le acerca a darle un beso en la mejilla y un pequeño abrazo que le permite a Marion hacerme caras de pervertida por encima de su hombro.

Entrecierro mis ojos porque no estoy entendiendo nada, aquí hay partes del rompecabezas que necesita ser completado.

—¿Y tú? ¿no me vas felicitar? —Se cruza de brazos—porque ahora vamos a ser hasta compañeras de grupo.

—Oh vaya—reacciona Damián de inmediato—que inesperado, pero me gusta la idea.

—¿Genial verdad?—sonríe como malvada desatada.

—Marion, no te lo tomes a mal, pero me puedes explicar que es todo esto.

—¿No te alegra verme?—hace cara de niña triste y sacudo mi cabeza porque es todo lo contrario.

—Claro que me alegra—la amo, pero aquí como dicen por ahí, hay gato encerrado —pero también me sorprende porque tu amabas tu escuela y no entiendo que haces aquí.

—Solo quiero estudiar contigo—se encoje de hombros restándole importancia a mi reacción.

—Nunca me habías dicho eso—la interrogo, quiero saber cuál es el propósito de estudiar aquí, ingresar inclusive a mi clase.

—Pues tu Nunca me preguntaste, ¿Marion te gustaría estudiar conmigo? y por eso yo nunca te lo dije.

Miro a mi derecha cuando escucho la sonrisa de Damián, una cómica pero que borra cuando nuestros ojos se encuentran y nota como lo estoy mirando con severidad.

—Perdón—alza las manos.

—Ya Merilla—me toma de las manos—no te alegra tenerme a tu lado este último año.

HASTA RESPIRARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora