REINA CISNE

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MERILLA

Están a punto de alzar el telón, es la obra de Romeo y julieta y asomo la cabeza, viendo en el teatro de la escuela, en primera fila a mi familia.

Cuan importante es para mi tenerlos aqui.

Ava, Dracco, Cruella, Amit, Arya, Demian. La gran familia McDonald's-Lawless reunida solo para verme actuar.

Mi familia, lo digo con orgullo porque es un privilegio pertenecer a ellos y pese no tener su sangre me han aceptado como si por mis venas fluyera su legado.

Cada uno de ellos ha destacado en sus ámbitos y estoy segura que la segunda generación hará historia. Yo no me quiero quedar atras, deseo brillar y convertirme en un fenomeno mundial del Ballet contemporaneo.

Por obvias razones los niños no pueden asistir, pero sonrió obteniendo el apoyo que siempre me hace sentir importante en sus vidas.

Me alegra ver a la madre de Damián con su papa. Además, la alegría se me hace inmensa cuando noto detrás de los padres de mi novio a mi mejor amiga con su papa. Se ven felices, Marion se ve muy unida a el y eso me pone tan feliz por ella porque lo merece todo.

Marion me preocupa, pero ha resultado ser una chica resiliente, valiente y positiva.

Todos nos estamos arreglando, yo estaba en esa tarea, pero tenía mucha curiosidad, el montaje es perfecto y me apresuro a vestirme topándome con Ryō que evito, pero se me cruza en el camino.

—Cuídate por favor, Mel.

—No me digas así—le digo—así me llaman mis amigos y tu no estas en la lista.

No quiero estar a la defensiva, pero no me genera confianza.

—Me disculpo—Damián me ha dicho que ha cambiado mucho de actitud, y aunque no quiero mantener un perfil a la defensiva con él, prefiero hacerlo para evitarme malos ratos—pero por favor, escuche a las gemelas que deseaban arruinarte el momento y temo que te hagan algo.

Ryō hace parte también del elenco, pretendía responder, pero mi Romeo llega tomándome de la cintura.

Ya esta vestido como el personaje y según como lo describían, Romeo es un hombre muy elegante, sabe lo que le queda bien, prefiere los colores pasteles y tierra. Y el vestuario es acorde a esa época.

Traje medieval.

Suspiro, mirándolo con amor. Se ve muy guapo.

—¿Pasa algo? —pregunta Damián que mira a su compañero de equipo de futbol.

—No, solo quería advertir a tu novia—dice—escuche a las gemelas planear algo contra ella, no me imagino que podría ser, pero no quiero que algo te suceda.

Me toma por sorpresa su confesión y por raro que parezca, se escucha muy sincero.

—Estas chicas no aprenden—comenta Damián—no entiendo porque son tan malvadas y porque tienen ese corazón tan podrido.

—No lo se hermano, pero solo vengo a prevenirlos, anden con cuatro ojos, no se que se les ocurrió, pero si se trata de ellas, no es nada bueno.

—Gracias—le digo atendiendo a sus palabras.

—No hay de que Merilla.

—¿Porque haces todo esto? —le pregunta Damián.

—Estaba equivocado con ustedes—me mira—contigo Merilla y lamento comportarme como un idiota antes.

Camina dando pasos hacia atrás.

—No vemos chicos—agrega perdiéndose.

Me preocupa lo que dijo, Damián me besa la frente mientras frota mis brazos. Los compañeros andan de un lado para otro en el camerino preparándose y nosotros estamos en medio de todos ellos.

HASTA RESPIRARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora