CRISIS

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Me cruzo de brazos cerca de la ventana. Las gemelas no han dejado de parlotear como locas desesperadas y ya irritan los tímpanos sinceramente. Damian está con la espalda contra la pared, con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón y la mirada hacia al frente.

Está a unos pasos de mí y Adrián también se encuentra, junto con el profesor que detuvo la pelea.

—No sé qué es más insoportable—dice Damian manteniendo la mirada hacia el frente—el zumbido de un sancudo en la noche y que no te deja dormir o la voz chillona de las gemelas.

—Definitivamente la voz de las gemelas—le contesto y voltea a mirarme con una sonrisa en los labios.

Le devuelvo el gesto curvando los míos en media sonrisa y nos quedamos viendo por un tiempo en el que siento que el mundo se detiene por unas fracciones de segundos.

Sus ojos son de un tono gris, pero no es el tinte perfecto que lo baña y se malea entre plateado con destellos verdes cuando la luz del sol lo golpea.

Es esa mirada, llena de esperanza, brillante, inquieta y juguetona.

He visto miradas llenas de amor de papa hacia mama y viceversa, pasión de mi madrina Cruella hacia mi tío Amit, de adoración como lo hace Demian mi tío con mi tía Arya, he visto muchas miradas de personas hacia otros, pero siento por primera vez que su mirada y sus ojos son solo para mí.

—Son peores que ver una película de terror—agrega y sonrió viendo a las chicas que intentan convencer al rector de ser completamente inocentes.

Son tan bonitas, no son malas estudiantes, porque sé que tienen muy buenas notas, un promedio alto, pero su apariencia exterior no es lo mismo que su interior.

Adrián se acerca y se posa al lado de Damian mientras sigo mirando a las gemelas queriendo entender porque son de esa manera.

—Me dan lastima—musito entendiéndola, aunque decir lastima no es la palabra que quiero decir.

A nadie le gusta que le tengan lastima o compasión y soy una que odia esa palabra.

—No te entiendo—me dice Damian—deberías odiarlas.

Sacudo mi cabeza, por mi paz mental prefiero no albergar un sentimiento tan destructivo.

Ya lidio con muchos en mi interior para agregarle uno mas.

—Jamás podría sentir algo así por ellas—la mirada de Lisa se cruza con la mía y destila solo odio—míralas.

—Que quieres que vea, solo son un par de chicas envidiosas, egoístas y celosas que quieren llamar la atención.

No... es algo más.

—Vacías—dice Adrián—su comportamiento solo está gritando una sola cosa y no se trata de llamar la atención, es que no tienen nada por dentro que dar. Necesitan ayuda, porque son el prototipo perfecto de la maldad pura.

Creo que Adrián comprende mucho de estas cosas. Damian solo se encoje de hombros y me tenso cuando es Laura quien se acerca muy enojada.

—¿Y tu Damian? ¿porque no nos defiendes, porque estas al lado de esta que apenas conoces? —le reclama airada, con las manos en puño y mirándome mal.

—Porque te conozco es que estoy de su lado—contesta muy calmado, indiferente ante lo que le ocasiona a Laura que se ve que lo ama.

—No te entiendo, fui primero que ella—no entiendo sus palabras que me alertan y quedan dentro de mi.

—Déjalo ya Laura—le dice—no sigas con este tipo de conductas y provocaciones con Merilla, porque si continuas con lo mismo, conmigo no cuentas más.

HASTA RESPIRARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora