Desde ese día del torneo pasaron casi cinco años, los cuáles se fueron como agua en un rio. Ambos equipos sin tiempo de llegar al puerto fueron interceptados por el ejército militar, en cuanto detectaron la señal de las lanchas se dirigieron a su ubicación para averiguar quién intentaba entrar al país, para su sorpresa se trataba de dos equipos del torneo que se llevaba a cabo en la Ciudad de Gongmen, ocho mujeres víctimas de tráfico de personas, dos cuerpos sin vida de dos niñas, una de diez años y otras de trece años y una caja de metal con 60 kilos de heroína.
Tigresa le arrojó la bandera a los pies al Maestro Rhino en cuanto lo vio.
"No le pido que la recoja del suelo pero sí que por alguna vez en su vida se arrodille en la tierra para que pueda darse cuenta de las victimas que tiene bajos sus pies ¿Cómo es que no se dieron cuenta? Esas niñas pudieron salvarse. Lo hago responsable por sus muertes."
Tigresa se apartó de todos los presentes para quedarse sola y buscar algo que destrozar, quería llorar pero por alguna extraña razón no salían las lágrimas. Aquella escena que fue captada por reporteros y el primer ministro fue crucial para que se tomara con seriedad ese asunto. El Maestro Rhino dio la orden de que el caso fuera conducido por ambos equipos por lo que constantemente cada dos o tres meses se veían obligándose a trabajar en equipo, pero como era de esperarse la confianza nunca fue la misma.
Dos años después de decenas de misiones lograron capturar a Huang, líder del Clan de la Sombra. Esa noche Víbora pudo hablar con él a solas.
"Jure que si te volvía a ver, te arrancaría tu asqueroso amiguito con mis manos y lo daría de comer tus preciados reptiles, pero ahora que te tengo frente a mi... espero que te pudra en prisión... lo único que le da paz a mi alma es saber que tu jamás podrás tenerme como tu mujer."
Huang fue condenado a cadena perpetua pero falleció un año después a causa de una enfermedad desconocida que le provoco una neumonía, terminando con su vida. Solo y abandonado. Su cuerpo fue cremado y desechado en quién sabe dónde.
Se creía que ahora que estaba finalizado ese asunto pero todo lo contrario, paso de ser un problema local a uno nacional y mundial, pero ya trabajarían en conjunto con otros países para combatir centenares de problemas que mantenían ocupados a Tigresa y a los demás. Con el paso del tiempo fueron apodados como los cinco furiosos. En la radio y recientemente en televisión eran un tema habitual en las noticias e incluso un modelo de referencias para películas occidentales.
Durante el año nuevo, en el cambio de milenio, mientras se realizaba la cena en el Palacio de Jade, el primer ministro dio la orden de nombrar a los cinco furiosos como maestros de Kung Fu, aunque el siguiente torneo se acercaba, era más que evidente quienes serían los ganadores, además de que ya contaban con el prestigio y respeto por toda la Nación. El Maestro Rhino no tuvo otra opción más que aceptar, le convenía ya que su hijo no correría peligro de perder la oportunidad de ser maestro de Kung Fu, pero por otro lado, el compromiso se rompería a la brevedad.
En el fondo sabía que de cualquier forma eso pasaría incluido su hijo. Shang quedo bajo la sombra de Tigresa pero eso no le importaba en lo absoluto, la seguía admirando y respetando, dejó de ser un patán con ella. Trataba de llevarse bien pero solo recibía un trato cordial por parte de Tigresa, incluso extrañaba sus golpes, sus gestos de desagrado, preferiría eso a continuar siendo ignorado. Ahora que era evidente la disolución de su compromiso le dolía tener que salir de su vida.
Sus amigos y compañeros de equipo en varias ocasiones le aconsejaban que la olvidara ya que frente a sus ojos estaba una chica linda que se moría por su atención. "Mei Ling no me gusta pero es lo mejor que puedo obtener"
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Y Llegaste Tú
FanfictionMucho se habla y poco se hace. Las palabras se las llevo el viento, desaparecen con el tiempo, se mezclan y se distorsionan pero las acciones dejan huella y cambian el destino de las personas. Una sola persona puede hacer que todo el futuro de una N...