Capitulo 15. Desprecio

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La alarma no dejaba de sonar haciendo un caos aun mayor en el hospital. Me encontraba descansando junto con Víbora en la misma camilla debido al gran número de heridos y el poco espacio para atendernos. Po ya había pasado a vernos e hizo algo que no sé muy bien que es pero nos ayudó bastante a sentirnos mejor. Me senté en la orilla de la camilla, de inmediato Víbora de adueño del espacio y se tapó la cabeza con la almohada intentando seguir durmiendo con la alarma de fondo. Los chicos también se fueron despertando, no fue hasta que el Maestro Cocodrilo entro a nuestro pabellón y nos dio la noticia.

Arranque la vía periférica de mi brazo y fui en busca de Po, todos trataban de evacuar el hospital o subir a la parte más alta del edificio. Trataba de buscar información con el personal médico pero nadie podía prestarme más de dos segundos de su atención, fue hasta que una de las enfermeras que me atendió años atrás me reconoció y fue ella quien pudo guiarme hasta Po. Él se encontraba en la habitación aislada de Shang. Se sorprendió al verme, se acercó para sostenerme, no me había dado cuenta de lo tambaleante que estaba hasta que me sostuve en él.

- Deberías estar descansando ¿Qué ocurre?

- Esa alarma, dicen que es de amenaza de Tsunami, están evacuando a todos. Tenemos que salir de aquí ahora.

Puse más atención a la persona que estaba en la camilla detrás de Po, se trataba de Shang estaba intubado con apoyo de ventilación mecánica. Po se apresuró a descargar una especie de luz brillante que emanaba de su cuerpo y la dirigía directamente a Shang. En cuestión de segundos Shang comenzó a comer los dedos de sus manos y comenzar a toser, parecía ahogarse con el tubo endotraqueal y el ventilador no dejaba de pitar. Me acerque para retirarle el tubo de la boca, estar tan cerca de esa energía me sentía cada vez más fuerte y aliviada, en cuanto estuvo el tubo totalmente fuera Shang reacciono completamente tosiendo como si se estuviera ahogando. Las quemaduras en su cuerpo se desvanecían, era como si su piel se regenerara, algo sorprendente.

Po continuo unos segundos más. Shang aún se veía bastante débil y perdía el conocimiento por segundos. Po me ayudo a llevarlo a la salida, en el camino nos encontramos con el Maestro Buey, tenía intenciones de sacar a Shang de ahí.

- Dénmelo, vayan al techo, los helicópteros están sacando a todos los que pueden de aquí. Dicen que Gongmen quedará sepultada bajo el agua, debemos ir a las montañas altas.

Entregamos a Shang y nos dirigimos hacia donde estaban los chicos, en el camino nos dimos cuenta de que todo el personal de salud huía dejando atrás a la mayoría de los heridos en las camas.

- ¿Quién los evacuara a ellos? Po, tenemos que sacarlos de aquí.

- Hay cientos de heridos, no podemos sacarlos a todos.

- Los más posibles... ¡Alto todos! ¡Todo aquel que pueda caminar ayude a alguien más y suban al techo! ¡Hay helicópteros que los estarán sacando de aquí!

Todos frenaron en seco al escucharme, podía ver el terror en sus caras, pero aun con todo ese miedo lograron hacerme caso y ponerse en marcha, entre dos personas llevaban arrastras algún herido. Cuando por fin encontré a los chicos Grulla me extendió una bata de médico para cubrirme toda la espalda y demás que se encontraba descubierta. Ellos trataban de agilizar la evacuación pero había un problema.

- No les permiten subir al techo a menos de que sean alguien importante. Solo vinieron por nosotros y por Shang, se niegan a evacuarlos a ellos.

- ¿Quién se los impide Mono?

- El Maestro Buey.

- Ese infeliz. Sigan con la evacuación, Po ayúdame a resolver esto.

Ambos subimos por las escaleras de emergencia. La puerta que daba hacia el techo ya se encontraba bloqueada por afuera, pedí silencio para que pudieran escucharme, en cuanto reconocieron mi voz abrieron la puerta un par de militares del ejército, la luz del sol me causo un poco de dolor en los ojos y sentí un gran mareo. Po me sostuvo por la cintura e ingresamos al techo haciendo que el resto de las personas saliera detrás nuestro.

Y Llegaste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora