Capitulo 21. Deseo

7 1 0
                                    

- Cásate conmigo.

En blanco, mi mente estaba en blanco ¿Enserio es tan grande el miedo que tengo? Vi a Po decidido junto a mí, mi silencio lo hizo preocuparse un poco. Intente decir algo pero mi voz parecía que habia decidido abandonarme. Mi mente poco a poco comenzó a trabajar, en segundos pasaban por mi mente miles de ideas que tenía sobre el matrimonio, ¿Boda? ¿Hijos? ¿Atender una casa? ¿Crianza? ¿Embarazo y parto? ¿Lactancia? ¿Vivir solo para eso cada día de mi vida?

- Creo que fue apresurado decirte eso... Una de las cosas que amo de ti es tu libertad, no te quitaría eso.

Po comenzó a caminar hacia adelante, al percatarse que no seguía su paso se detuvo para observarme más a detalle. Con un poco de miedo lo alcance, Po estaba por seguir caminando cuando lo detuve tomándolo de su brazo.

- Si fue apresurado pero no te he dicho que no.

- No te sientas comprometida a decirme que sí.

- Hay cosas que me dan miedo y que solo me vería a futuro enfrentarlas si es contigo. Se que puedo decidir y más ahora que ya no tengo nada que perder.

- Tu libertad...

- No creo que me tengas encerrada en una casa todos los días esposada a un bebé.

- No claro que no.

- Bueno ¿Por qué no lo hablamos? Dime... ¿Qué esperas de mí siendo tu esposa? Porque yo no he sido preparada para eso. Desde que era una niña me concentre en ser una guerrera de Kung Fu y no conozco nada más que eso. No se cocinar, no se atender una cosa, no se cuidar niños, no sé cómo ser cariñosa abiertamente y las cosas que me asustan ni siquiera sé porque me dan miedo, además ¿Yo siendo mamá? Podre criatura...

Po me sonrió y se acercó para besarme dulcemente. Le correspondí el beso mientras sentía como mi cara se ponía caliente, las manos me sudaban y mis labios temblaban. Po termino el beso y de inmediato me abrazo.

- No te quiero para que me des hijos, sería algo maravilloso si sucediera. No es necesario que atiendas un hogar, no espero que me cocines ni que te quedes en casa todos los días esperando mi regreso. Si llegara un hijo a nuestra vida será responsabilidad de ambos, sé que hay cosas que es imposible que yo haga porque desgraciadamente son las mujeres quienes pasan por eso pero puedo estar ahí para ti. Yo nunca te obligaría hacer nada que no quieras y creo saber que lo principal es tener un hijo, puedo verlo en tus ojos, te aterra y no debes sentirte con la obligación de tenerlo.

- Renacimos solo por eso...

- Lo sé... pero ahora es diferente...

- Tu lo quieres...

- Y tú no lo quieres... y eso no es malo.

- Todos han tenido que sufrir por nuestra culpa. Tiene que valer la pena.

- Si ya estamos aquí podemos hacer que valga la pena. Lograste que Shifu hiciera las paces con Tai Lung y aunque fue por poco tiempo tu tuviste a tu hermano. Como líder de los cinco furiosos ayudaron a mucha gente y sé que seguirán haciendo cosas buenas. Todo eso ha valido la pena.

- Esta vez no conociste a tu padre, eso es algo malo.

- Creo que es algo triste... pero no creo que sea malo. Me hubiera encantado volver a verlo y aliviar su preocupación. Se que al venir aquí el donde quiera que este se ha dado cuenta de que logró salvar mi vida y que la vida que he decido tomar es para ser feliz...

- Po... dame tiempo para sentirme segura de hacerlo...

- Si es lo que quieres pero Tigresa, hablo enserio cuando te digo que no quiero que aceptes por compromiso u obligación.

Y Llegaste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora