CAPÍTULO 8

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ALISSA

"Bailar es alcanzar una palabra que no existe, cantar una canción de mil generaciones, sentir el significado de un momento" - Beth Jones

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Cuando llegué a la academia, me sentía agotada, así que simplemente me acosté sobre la cama para descansar un rato, pero cuando cerré los ojos; su rostro apareció en mi mente y el solo pensar en él, me quitó el sueño.

Colton era alguien completamente diferente a lo que esperaba; por fuera lucía serio y distante, tal vez incluso parecía ser demasiado orgulloso y difícil de tratar, pero la verdad, era todo lo opuesto; él era agradable y muy educado; era amable, simpático y realmente me la había pasado muy bien en su compañía; pero había un momento que no salía de mi mente.

Cuando él tomó mi mano, sentí que una corriente me recorría el cuerpo y sus palabras no hicieron más que acelerar mi corazón.

"Si a alguien le molesta, es su problema; así que no pidas disculpas por ser como eres, porque así de intensa, eres perfecta"

La mirada que me dio en ese momento fue muy diferente a la forma como otros chicos me habían mirado; no había rastro de intenciones ocultas o lujuria sin sentido; en sus ojos solo podía encontrar preocupación e intriga; en sus ojos había emociones para las que no tenía un nombre.

La verdad es que en cada relación que iniciaba, siempre sentí que simplemente era demasiado... demasiado ruidosa, demasiado habladora, demasiado alegre, demasiado expresiva y emocional; los chicos con los que salía e incluso algunas de mis amigas siempre me pedían que frenara un poco porque los agobiaba y terminé por aceptar que tenían razón, terminé por aceptar que tal vez era cierto y mi intensidad realmente era demasiado.

Siempre sentí que los chicos que yo quería, no me querían a mí y no podía evitar compararme con mis amigas e incluso con mi hermana; porque yo solía ser inapropiada, siempre terminaba hablando de más y Daphne por el contrario, siempre decía lo correcto; mi hermana siempre sabía como actuar y comportarse, ni siquiera tenía que intentarlo y el mundo la amaba, en cambio yo... terminaba por ser demasiado para los demás y realmente me esforzaba por mejorar, pero al final siempre sentía que nadie iba a elegirme, porque como me dijeron una vez, era neurótica, insegura, frustrante y complicada.

Tal vez mi hermano tenía razón y yo alejaba a las personas, pero tampoco era como si ellos tuvieran las ganas de luchar por quedarse; así que al final era más fácil verlos marcharse que esperar a que ellos decidieran abandonarme, porque eso iba a suceder al final y era un dolor que ya había experimentado.

La verdad es que sentía que nunca sería la primera opción de alguien y ese sentimiento era algo que sencillamente no era capaz de dejar atrás; mi hermana decía que abría mis sentimientos con demasiada facilidad y que ese era un rasgo hermoso en mí, pero también era un rasgo que constantemente me ponía en peligro y les permitía a otros lastimarme.

Solía permitirle a los demás que opinaran sobre mi vida y aunque fingía que sus comentarios no me importaban, la verdad es que realmente me afectaban y volvían mis inseguridades más grandes de lo que ya eran; tal vez era cierto... tal vez sí que deseaba enamorarme perdidamente de alguien, pero quizá también era cierto que le tenía demasiado miedo al amor y a las consecuencias de que no funcionara, porque reparar un corazón roto es algo casi imposible de lograr y cuando se rompe de verdad, las heridas jamás sanan por completo.

Era triste, pero a veces me costaba imaginarme a alguien enamorándose de cada parte de mí, en especial porque había muchas partes que a mi tampoco me gustaban y tenía esa voz en la cabeza que constantemente me repetía que no era suficiente y que tenía que ser mejor, porque si no, nadie iba a quererme.

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