COLTON
"El amor es eso; cuando alguien aun conociendo tus cicatrices, se queda para besarlas" – Benjamin Griss
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Las cosas con Alissa iban a la perfección y cada día era mejor que el anterior; ella era divertida, brillante y alegre; hablaba sin parar hasta que se enredaba con sus propias palabras, lo que me parecía realmente adorable y solía ponerse nerviosa ante los gestos más pequeños; me tenía loco, suspirando y delirando por ella; en este tiempo había descubierto cosas interesantes sobre los dos; por ejemplo, extrañamente me gustaba verla enfadada, me encantaba ver chispas saliendo de sus ojos y como fruncía el ceño mientras su nariz se arrugaba; también disfrutaba cuando ella era autoritaria y sin saber por qué, siempre terminaba accediendo a sus peticiones o siguiendo sus órdenes; me gustaban nuestros momentos juntos, porque se sentían íntimos, sinceros y solo eran nuestros; disfrutaba de ella, de cada uno de sus movimientos y cada palabra; me gustaba sentir sus manos tan finas cuando me tocaba y me encantaba la forma tan dulce en la que siempre sonreía; todo en ella relucía y me embriagaba, era como si fuera mi droga perfecta, hecha solo para mí y quizá eso es lo que adoraba más, el saber que era mía y que el amor que sentía, era correspondido.
Si era completamente honesto, nunca creí que me encontraría en esta posición, nunca pensé que fuera posible enamorarme de una forma tan intensa como lo estaba en este momento; pero con Alissa todo parecía ir más allá de mis expectativas; estaba profundamente enamorado de ella y ese sentimiento no hacía más que crecer; ella me fascinaba hasta el punto en que sentía que estaba por perder el control; me enloquecía y cada vez que la besaba sentía que podía perderme en sus labios; todo en ella me atraía y me llenaba de una forma para la que ni siquiera existía una palabra que la describiera; ella era mi luz y mi calma, ella era todo lo que deseaba y necesitaba, simplemente era ella.
El timbre del departamento sonó de golpe sacándome de mis pensamientos y me dirigí a la puerta sin siquiera dudarlo, porque sabía justamente quien había llegado y no podía esperar un segundo más para tenerla en mis brazos.
- ¡Hola! – exclamó sonriendo en cuanto abrí la puerta y se acercó a besarme
Su alegría era contagiosa y siempre que sonreía, de alguna forma yo también terminaba sonriendo; tal vez mi vida era un caos en este momento y francamente no tenía idea de cual sería mi camino el día de mañana, pero de una cosa si estaba seguro; si pudiera abrir los ojos y verla, sabría dónde debía quedarme, porque con ella a mi lado todo parecía tener sentido y el mundo no parecía tan oscuro como siempre había sido.
- Te ves preciosa – me encantaba como a pesar del tiempo sus ojos siempre brillaban cada vez que me veía y me encantaba lo bonita que era su sonrisa cuando le decía lo preciosa que estaba
- Traje dulces, botanas y refrescos – dijo mostrándome las bolsas en sus manos y las tomé de inmediato para dejarlas en la cocina mientras ella cerraba la puerta tras nosotros
ESTÁS LEYENDO
ÉLITE
Ficção AdolescenteAlissa adora bailar y lo ha hecho durante gran parte de su vida; cuando gana un lugar en el prestigioso programa de verano del American Ballet en Nueva York, se siente en el cielo, pero pronto se da cuenta que nada es perfecto y que el mundo del bal...