Alissa adora bailar y lo ha hecho durante gran parte de su vida; cuando gana un lugar en el prestigioso programa de verano del American Ballet en Nueva York, se siente en el cielo, pero pronto se da cuenta que nada es perfecto y que el mundo del bal...
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COLTON
"Demolí todos los puentes detrás de mí para no tener otra opción que seguir adelante" - Fridtjof Nansen
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El mundo está en una guerra constante; tal vez no todos sean capaces de verlo, pero era algo que yo veía cada día y honestamente era desgastante; todos los días tenía que revisar los informes sobre las misiones, las perdidas y las victorias; tenía que revisar estadísticas de fallas y buscar la forma de evitar que esos fallos volvieran a repetirse; todo era trabajo de oficina, pero al mismo tiempo era una carga terrible de llevar.
Cuando comandaba a mi propio equipo, solo me concentraba en la misión; no tenía que pensar en el número de victimas colaterales ni formular cuadros estadísticos que francamente no tenían sentido; antes solo tenía un objetivo y la mente despejada, pero ahora tenía que leer y revisar tantos casos que comenzaba a perder la cabeza; estaba harto de leer sobre muerte y víctimas; estaba harto de que todo a mi alrededor solo fuera guerra, sangre y dolor.
Era un soldado, es así como fui educado; me criaron para ser frío, calculador y despiadado; me enseñaron a no dudar y siempre me dijeron que no existía algo imposible para nuestra familia; aprendí a disparar mucho antes de jugar con una pelota y aprendí a pelear desde que supe ponerme en pie; me esforcé en convertirme en esto; luché contra cientos de obstáculos, pero a veces, en días como hoy, solo sentía un gran vacío.
Siempre deseé ayudar a otros como veía que mis padres lo hacían, pero la oscuridad en la que estaba inmerso me estaba consumiendo; veía la muerte a la cara todos los días y podía lidiar con ello, llevaba haciéndolo los últimos años, sin embargo, desde la última misión, algo había cambiado.
Quizá finalmente había llegado a mi límite, tal vez ya me encontraba perdido y sin solución; quizá nunca podría superar lo que sucedió y eso era lo que verdaderamente me preocupaba, porque un soldado roto es una debilidad y yo no deseaba serlo.
- Te veo y me deprimo – comentó Scott sacándome de mis pensamientos y rodee los ojos
- ¿Vienes a mi oficina, te comes mi comida y todavía te quejas?
- Quería pasar tiempo con mi amigo antes de irme de misión, ¿Es eso un crimen? – se quejó comiéndose el paquete de golosinas que se suponía era mío
Ese era otro tema que me tenía preocupado; Scott saldría a una misión en Armenia mañana y por lo que había leído en el informe de misión, parecía algo difícil que fácilmente podría complicarse; era consciente de lo capaz que era mi amigo y conocía a la perfección sus habilidades, pero esta sería la primera misión en la cual no estaría ahí con él y parte de mí temía que una tragedia ocurriera.
Scott era mi mejor amigo, era como mi hermano y en la última misión, estuve a punto de perderlo; en realidad, ambos estuvimos a un paso de morir, pero de alguna manera o quizá por un milagro conseguimos sobrevivir y salir de ese infierno; nos mantuvimos unidos en ese lugar, soportamos las infinitas torturas juntos y salimos adelante, pero ahora él iría solo y me mataba la idea de tener que permanecer aquí mientras él volvía a poner su vida en riesgo.