CAPÍTULO 25

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COLTON    

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COLTON    

"La oscuridad restaura lo que la luz no puede reparar" - Joseph Brodsky

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Cuando desperté, lo primero que vi fueron las paredes blancas del hospital, pero antes de poder decir una sola palabra, todos los recuerdos vinieron de golpe y tuve que ahogar un grito; ellos se la llevaron, ellos la tenían y no pude hacer nada para evitarlo; se la llevaron y era mi culpa; prometí que la protegería y falle, todo esto era mi culpa.

-        ¡Colton! – escuché un grito y Scott llegó corriendo – Al fin despertaste – dijo y noté las bolsas bajo sus ojos

-        ¿Cuánto tiempo llevó dormido? – pregunté con la voz rasposa

-        Tres días – respondió y sentí un golpe aun más fuerte

Tres días; tres malditos días desde que ellos la tenían y yo no había hecho nada para ayudarla; estuve tres días en una cama de hospital en lugar de buscarla y eso me hacía sentir miserable, pero cuando intenté ponerme de pie, un dolor me travesó devolviéndome a mi lugar.

-        ¡No te muevas! – ordenó Scott, pero negué e intenté volver a ponerme de pie - ¡Colton! ¡Tienes varias costillas rotas y una casi perforó tu pulmón! ¡Tienes cortes por todas partes, estuviste a punto de desangrarte! – exclamó intentando detenerme, pero seguí luchando por levantarme

Necesitaba buscarla, necesitaba ir por ella y ponerla a salvo; necesitaba hacer algo, no podía seguir acostado mientras ella estaba en peligro, tenía que hacer algo para encontrarla.

-        Necesito ir por ella... - murmuré luchando contra Scott y las enfermeras que intentaban mantenerme acostado

-        Por favor, no empeores las cosas – pidió Scott y lo sujeté con fuerza para que me mirara

-        Sabes que puedo lidiar con esto, sácame de aquí; necesito buscarla – ordené con fuerza y él suspiró antes de asentir

-        Quédate quieto mientras hablo con el doctor – pidió y salió seguido por las enfermeras que me miraban como si estuviera loco

No me importaba cuanto dolor tuviera que soportar, no me importaba cuantos huesos estuvieran rotos; nada iba a mantenerme en esta cama, no cuando afuera estaba Alissa esperando a que la encontrara; porque francamente iba a mover cielo, mar y tierra para hallarla, nada evitaría que fuera por ella, porque no me detendría hasta tenerla a salvo en mis brazos.

-        Podemos irnos – dijo Scott después de una eternidad – El doctor no está muy feliz, pero no pueden retenerte contra tu voluntad; solo me dio los medicamentos y algunas indicaciones, además debes regresar para que te revisen

-        Bien – dije poniéndome de pie y aunque el dolor era atroz, me tragué mis quejas y me dirigí al baño para cambiarme

La imagen que me devolvió el espejo fue aterradora y me trajo malos recuerdos; tenía el cuerpo lleno de golpes, la zona de mis costillas estaba morada y aunque estaba vendado, el daño parecía bastante severo; además, tenía un ojo morado y el labio partido; me veía terrible, pero eso era lo de menos, ahora solo me importaba salir de aquí y dirigirme a la central para saber que diablos había sucedido en estos tres días.

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