Alissa adora bailar y lo ha hecho durante gran parte de su vida; cuando gana un lugar en el prestigioso programa de verano del American Ballet en Nueva York, se siente en el cielo, pero pronto se da cuenta que nada es perfecto y que el mundo del bal...
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ALISSA
"Ellos eran dos piezas que encajaban a la perfección, pero no eran del mismo rompecabezas" – Mario Benedetti
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Me sentía cansada y no solo en cuanto a lo físico, si no, mucho más allá; era como si emocionalmente estuviera abatida y no fuera capaz de encontrar la forma de salir a flote; nunca antes había sentido algo parecido y francamente me sentía agotada.
No me gustaba para nada tener que soportar ese nudo en la garganta, era insoportable sentir cómo me faltaba el aire y poco a poco me ahogaba; pero tampoco podía dejarme llevar, quedarme en cama y seguir llorando; tenía una vida que vivir y un futuro por el cual luchar, así que aquí estaba, bailando una y otra vez e intentando sonreír en el proceso.
Habían pasado dos días desde que todo explotó y aunque las palabras de Colton no salían de mi cabeza, le había pedido tiempo y para bien o para mal, él estaba respetando esa petición; en el fondo sabía que nada de lo que sucedió era su culpa y no estaba molesta con él, eso sería muy tonto, pero tampoco me sentía cómo yo misma, era como si toda mi energía hubiera sido drenada y solo me quedara un cascarón bonito que intentaba mantener intacto para los demás.
Si era completamente honesta, mi vida nunca se sintió más confusa y al mismo tiempo, nunca se sintió más real; ahora estaba frente a una decisión que marcaría un antes y un después; podía elegir alejarme de Colton por temor a lo que pudiera suceder o podía elegir pelear por lo que quería, porque la verdad es que estaba enamorada de él; pero si lo elegía y escogía enfrentarme a todo lo que vendría con esa decisión, estaba segura que nada sería sencillo; sus padres me detestaban, querían a alguien más a lado de su hijo y a mi me costaba mucho defenderme; era como si fuera un castillo de naipes que se derrumba solo ante una brisa y aunque odiaba sentirme así, tampoco sabía como cambiarlo.
Siempre vi mi vida como un cromo de colores que luchaban por cual iba a ser el más brillante; siempre intenté ver la vida con tonos intensos que resaltaban sobre todo lo demás, pero justo ahora lo veía todo oscuro, opaco y sin rumbo; me sentía perdida, insegura y ansiosa; no dejaba de preguntarme si tal vez sus padres tenían razón, quizá Colton necesitaba a alguien que fuera más cómo él, que entendiera su trabajo y pudiera apoyarlo; tal vez él necesitaba a alguien con quien compartir el tipo de vida que tenía y la verdad es que yo no encajaba en esa descripción, pero mi parte más egoísta me pedía a gritos que me quedara con él, a pesar de las dudas y de todo lo que se vendría en nuestra contra, deseaba quedarme con él, porque era feliz cuando estábamos juntos; con él me sentía plena, me sentía real y amada.
Yo siempre le aposté al amor; siempre deseé vivir ese romance del que hablaban las historias y se escuchaba en las letras de las canciones; quería un amor vivo, en constante movimiento; deseaba un amor que me quisiera auténtica y me aceptara con mis locuras, mis inseguridades y mis fallas; quería un amor que me mirara como si viera el cielo estrellado en mis ojos; ese es el tipo de amor con el que siempre soñé y es el amor que Colton me había dado, pero tenía miedo; temía que al final la presión fuera capaz de tirarnos abajo, temía terminar con el corazón hecho pedazos y ser incapaz de recuperarme; temía arriesgarme y que las cosas resultaran en mi contra, tenía miedo de jugarme por amor, pero también temía perderlo.
