Alissa adora bailar y lo ha hecho durante gran parte de su vida; cuando gana un lugar en el prestigioso programa de verano del American Ballet en Nueva York, se siente en el cielo, pero pronto se da cuenta que nada es perfecto y que el mundo del bal...
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ALISSA
"Y llegó así de la nada, a llenar cada vacío de mi alma" – Antonio González
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El cuerpo me pesaba, la cabeza me palpitaba y me sentía desorientada; tenía la mente en blanco y estaba confundida, ¿Dónde estaba? ¿Qué había sucedido? Poco a poco comencé a abrir los ojos y en medio de la oscuridad intenté descubrir dónde me encontraba, pero entonces un movimiento brusco a mi lado me despertó del todo y al girarme me topé directamente con Colton que estaba dormido o al menos eso parecía a simple vista.
Me quedé observándolo detenidamente y entonces noté que algo cambiaba; su rostro lucía serio, tenía el ceño fruncido y el cuerpo rígido; se removía con inquietud en la cama, casi como si estuviera corriendo y todo su lenguaje corporal me llevaba a pensar que estaba teniendo una pesadilla.
Colton no gritaba ni se quejaba en sueños, ocasionalmente se movía, pero tampoco lo hacía demasiado; sus pesadillas se expresaban diferente y justo por eso no sabía que hacer, ¿Debería despertarlo? ¿Debería esperar? ¿Debería intentar tranquilizarlo? Honestamente no tenía idea, además la cabeza me daba vueltas y me costaba mucho enfocar mi atención en lo que estaba sucediendo; tenía tantas dudas sobre esta noche y el tener la mente en blanco solo aumentaba mi preocupación, sin embargo, antes de que pudiera seguir dándole vueltas a lo que había sucedido, Colton se levantó de golpe aun con los ojos cerrados y tomó un objeto de su mesa de noche que no alcancé a reconocer de inmediato.
Sus ojos continuaban cerrados, así que era obvio que seguía dormido, pero su postura, su actitud y sus movimientos eran tan precisos que era sorprendente; sentía curiosidad por lo que estaba haciendo, pero francamente todo rastro de curiosidad desapareció cuando reconocí el objeto entre sus manos.
Tragué en seco y mis ojos se agrandaron de golpe; ¡era un arma! ¡una maldita arma! ¡¿Qué diablos estaba sucediendo?!
Colton empuñaba el arma con fuerza apuntando al frente y aunque una parte de mí me decía que lo detuviera, la verdad es que estaba congelada y no sabía que hacer ahora para afrontar esta situación.
Temía decir algo y empeorar las cosas, temía que su reacción fuera violenta y me atacara, temía por lo que estaba por suceder, pero al mismo tiempo, él se veía incluso más asustado que yo; como si lo que fuera que estuviera en su sueño, fuera tan terrible que también lo tenía congelado.
Necesitaba tiempo para procesar lo que estaba pasando y objetivamente hablando, necesitaba pensar con calma que hacer, pero no tenía tiempo para pensar, así que esperaba que mis acciones fueran de ayuda y ya vería que hacer sobre la marcha.
- Colton... - murmuré sin moverme – Colton, por favor...
Él no reaccionaba, aunque al menos tampoco había disparado lo que era un avance; me moví ligeramente para observarlo y noté que sus ojos estaban abiertos, pero era como si estuviera ausente; no tenía idea cuando había abierto los ojos o que hacer para despertarlo del todo, pero al menos tenía que intentarlo.