CAPÍTULO 13

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COLTON

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COLTON

"Siempre quise a alguien que se quedara aún después de ver lo desagradable que podía ser" – Charles Bukowski

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El corazón de Alissa tenía un latido rítmico, una melodía hipnótica que escuché durante todo lo que quedaba de la noche y esa melodía al fin consiguió apartar mis pesadillas; después de decirle lo que había sucedido en ese club, creí que perdería la cabeza, pero no lo hizo, solo se acurrucó contra mí y me dijo que necesitaba descansar; así que ambos nos quedamos callados en la oscuridad y poco a poco se quedó dormida, pero yo solo pude quedarme mirándola.

Alissa era preciosa; tenía una belleza pura y etérea; para mí, ella representaba la belleza y la luz que podías encontrar en la oscuridad; la verdad era que cada vez que la miraba, veía en ella lo que Van Gogh veía en las estrellas.

Una vez escuché que cuando concentrabas tu mirada en una estrella, las demás se opacaban hasta el punto de desaparecer y eso me había sucedido desde que la vi por primera vez; Alissa era la estrella más brillante y todo se oscurecía a su alrededor, volviéndola la única luz; tal vez así se sentía estar enamorado, tal vez eso significaba caer por amor.

Cuando ella me despertó de esa pesadilla y la vi ahí, acurrucada contra la cabecera de la cama, envuelta en las sábanas y temblando por el miedo, me sentí el ser más abominable de este mundo; yo era el culpable de su miedo, yo lo había asustado y de inmediato solté el arma como si estuviera quemando mi piel; el ver su temor me hizo sentir como un monstruo y me odié por eso, pero entonces ella se acercó y sin más temor, me besó.

Ese beso; ese maravilloso beso era algo que jamás olvidaría; la dulzura y el calor de su piel contra la mía fueron las sensaciones más indescriptibles que había experimentado y cuando ella me besó, todo a nuestro alrededor se esfumó, al igual que las pesadillas.

Honestamente, no esperaba contarle lo que agobiaba mi mente, pero al final lo hice y eso me hizo sentir mucho mejor; por primera vez en un largo tiempo me permití ser vulnerable y cuando por fin hablé con ella, nuevamente me sentí como un niño pequeño y asustado que no sabía a quien recurrir por ayuda.

Mis heridas eran profundas, algunas en carne viva y otras que ya no sangraban pero que tampoco habían cicatrizado; mis heridas dolían como el día que fueron hechas y no me sentía capaz de imaginar un momento en que simplemente dejaran de doler.

Tal vez Alissa tenía razón y quizá Scott también estaba en lo correcto; tal vez era momento de buscar ayuda profesional antes de que las cosas en verdad empeoraran; tal vez necesitaba buscar ayuda antes de que todo se me saliera de las manos.

Pero... ¿Cómo pedir ayuda si sientes que todos terminarán por juzgarte? ¿Cómo pedir ayuda cuando no sabes cómo hacerlo? ¿Cómo pedir ayuda cuando todos esperan que no la necesites?

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