Alissa adora bailar y lo ha hecho durante gran parte de su vida; cuando gana un lugar en el prestigioso programa de verano del American Ballet en Nueva York, se siente en el cielo, pero pronto se da cuenta que nada es perfecto y que el mundo del bal...
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MARATÓN 4/4
ALISSA
"Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia" - Hermann Hesse
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Las últimas semanas fueron duras; tanto que por momentos solo deseaba llorar y regresar a casa, pero me mantuve firme y seguí adelante; la recuperación había ido bien y aunque no estaba en mi cien por ciento, me encontraba lo suficientemente bien como para volver a bailar.
Físicamente estaba mucho mejor, pero mi mente era difícil de sanar; las terapias estaban ayudando y ciertamente la psicóloga era excelente, pero, aun así, mi mente seguía causándome malos ratos y los recuerdos inevitablemente me causaban terror.
Ya había aceptado que me tomaría un buen tiempo superar lo que había pasado y tendría que ser muy paciente en todo el proceso, pero aun así todo resultaba extremadamente difícil, en especial porque me dolía no poder tener contacto con Colton más allá de tomarnos de la mano, pero por más que lo intentaba, cada vez que sentía que algún hombre se acercaba, mi cuerpo se tensaba y comenzaba a respirar con dificultad.
Siempre me había caracterizado por ser positiva, pero ahora durante algunos momentos, solo sentía ganas de esconderme y llorar en silencio, aunque siempre que me sentía así, había alguien a mi lado para reconfortarme y si bien todavía me costaba mantener el contacto, era consciente de que estaba mejorando, así que lo mejor era aferrarme a esa idea y continuar avanzando.
Para ser honesta, las pequeñas victorias eran las que me permitían seguir sonriendo, como por ejemplo ahora que finalmente podría volver a bailar, aunque todavía tenía varias restricciones, porque si bien mis padres habían aceptado que volviera a la academia, pusieron sus reglas; ellos me llevarían y me recogerían de la academia después de las clases y los ensayos, además habían hablado con los maestros para que vigilaran que tuviera cuidado y no me exigiera más allá de mis límites; mi seguridad estaba primero que todo y aunque nunca me había gustado que me vigilaran, ahora francamente no me molestaba.
- ¡Volviste! – gritó Madison abrazándome y reí por su emoción
Madison estaba mucho más animada que de costumbre y eso me hacía feliz; ella era mi amiga, una gran amiga que se había quedado a mi lado en un momento difícil, así que verla con esa sonrisa radiante en su rostro me llenaba de emoción.
- Estoy nerviosa – admití mientras nos dirigíamos al salón de ensayo - ¿Qué tal si no puedo hacerlo? ¿Y si no puedo bailar? No he practicado todo este tiempo y ni siquiera sé como haré el pas de deux con Tyler; ¡¿Cómo se supone que bailaré en pareja si me da miedo que me toquen?! – exclamé mientras mi ansiedad aumentaba
