Alissa adora bailar y lo ha hecho durante gran parte de su vida; cuando gana un lugar en el prestigioso programa de verano del American Ballet en Nueva York, se siente en el cielo, pero pronto se da cuenta que nada es perfecto y que el mundo del bal...
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MARATÓN 2/4
ALISSA
"Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que verdaderamente eres" – Maquiavelo
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Cuando abrí los ojos, la luz me cegó; me sentía desorientada y agotada, mi cuerpo me dolía, la cabeza me palpitaba y cada vez que respiraba me sentía incómoda; cerré los ojos con fuerza y volví a abrirlos intentando acostumbrarme a la luz y entonces escuché gritos mientras un sonido agudo aumentaba el palpitar en mi cabeza.
- No se mueva, señorita – dijo una mujer acercándose, pero cuando intenté detallarla, mi vista se desenfocó – los médicos ya vienen
Me mantuve quieta en mi lugar e intenté regular mi respiración; me costaba mucho respirar, me dolía el solo hacer el esfuerzo por expandir mis pulmones y me sentía perdida; cerré los ojos intentando recordar que había pasado y cuando lo hice, todo lo que sucedió regresó de golpe a mi mente sacándome un jadeo de dolor.
Los golpes, el miedo, el dolor; todo volvió en un segundo y comencé a respirar frenéticamente sin poder controlarme; recordaba su cuerpo justo sobre mí, impidiéndome moverme, recordaba sus risas y cómo después de luchar, me sometieron cortándome el abdomen; recordaba la sangre brotando de mi cuerpo y el frío que sentí en ese momento; lo recordaba todo y eso estaba acabando con la poca estabilidad que tenía mi cuerpo.
Cuando los médicos llegaron, de inmediato comenzaron a hacerme pruebas para verificar mi estado y después de darme un poco de agua, comenzaron a realizarme preguntas que poco a poco fui respondiendo; estaba cansada y herida, pero estaba viva, eso era lo importante.
De acuerdo a los médicos no tenía heridas internas, pero el corte en mi abdomen había sido profundo y la pérdida de sangre casi me cuesta la vida; mi corazón se detuvo por un momento, pero consiguieron traerme de regreso y de acuerdo a los últimos estudios mi cerebro no había sufrido ningún daño; los médicos también me hablaron sobre mi estado en general y aunque todavía estaba muy confundida, había conseguido entenderlos; no me encontraba bien, pero iba a estarlo, solo tenía que ser fuerte y seguir hacia adelante.
- Dejaremos entrar a su familia – indicó el médico y asentí con lentitud
Esperé pacientemente mientras las enfermeras terminaban de cambiar mis vendajes y entonces, cuando la puerta se abrió, una gran sonrisa se extendió en mi rostro; los primeros que vi entrar fueron mis padres y aunque mi madre tenía los ojos llenos de lágrimas, ambos sonreían; después pasaron mis hermanos junto a Mason quien sujetaba a Daphne que estallo en llanto al verme y supe en ese instante que había intentado ser fuerte para los demás como siempre solía hacerlo, pero ahora, por fin podía dejarse ir y luego estaba Harry que me miraba con toda la intención de lanzarse hacía mí para abrazarme y cuando creí que era todo, una última persona entró a la habitación y mis ojos se llenaron de lágrimas.