Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 90: Desarrollos inesperados.

Parte 1.

*POV 3ra persona*

“Hm… bien, con esto ya hemos revisado todas las áreas de esta isla.”

Dijo Leohart mientras analizaba un gran bulto de frutas a sus pies. El contenido del bulto estaba compuesto por un buen número de frutos con apariencia similares a bananas, cocos, peras, etc.

“Bien. Entonces regresemos.”

Junto a Leohart se encontraba Kanna, quien como siempre, vestía un hermoso kimono de color azul oscuro.

Ambos recogieron los frutos en el suelo y con ellos en sus brazos dieron media vuelta y comenzaron a caminar.

El área a su alrededor era totalmente diferente al bosque donde habitaban los Leonids. Si bien estaban en un bosque, era de un tipo diferente. La flora que lo conformaba era muy similar a la que encontrarías en un bosque tropical y al ver semejante paisaje, Leohart no pudo contenerse.

‘A explorar’, fue lo que dijo en ese entonces y se había dedicado profundamente a explorar la nueva área desde entonces.

“En serio… eres un tipo problemático.”

Dijo Kanna mientras lo miraba de reojo. Su tono no era uno de irritación, sino uno de cansancio que llevaba mezclado un poco de admiración.

“¿Y ahora que hice…?”

Preguntó Leohart mientras le daba un mordisco a un fruto de color azul.

“Hm… definitivamente esto es una pera. Aunque su cascara es azul y el interior es blanco…”

“Lanzándote hacia un área desconocida con el entusiasmo de un niño pequeño y comiendo frutas que no conoces como si fuera lo más normal del mundo… No sé si eres atrevido o simplemente tonto.”

Kanna soltó un corto suspiro al ver a Leohart devorando la pera con gran avidez y una sonrisa en su rostro. Leohart por su parte la miró y le ofreció otra fruta, similar un lichi.

“Te preocupas demasiado. Llevamos una semana aquí y ya hemos comprobado que es seguro y que explorar sería lo mejor, pero sigues quejándote. Deberías relajarte un poco de vez en cuando.”

Kanna recibió el lichi de color rosa con una mirada de reproche al escuchar las palabras de Leohart. Si bien ella sabía que era cierto lo que él decía, no podía dejar de señalarlo. El ser cuidadoso era algo que estaba grabado profundamente en ella.

Ignorando conscientemente la breve muestra de tristeza en los ojos de Kanna, Leohart continuó hablando.

“Además… como ya dije, tuve un buen presentimiento desde el momento en que entramos a esta área.”

“Eso… sigue sin tener sentido para mí.”

“Ciertamente, yo tampoco lo entiendo bien. Pero si tengo claro que ‘sentí’ algo cuando llegamos.”

Parte 2

Volviendo en el tiempo al momento en que Leohart y compañía llegaron a la 4ta área de la mazmorra.

A través de una gran puerta, un dragón peculiar, Leohart, apareció en el cielo azul.

“Woah… fue buena idea entrar de esta forma.”

Al mirar hacia abajo Leohart se encontró con un paisaje peculiar.

Después de que despertó, pasaron dos días más en la tercera área descansando y luego se movieron rápidamente hacia la cuarta área. Con el objetivo de agilizar su exploración, se acordó que el primer día explorarían el área desde el cielo, por lo que Leohart tomó su forma de dragón y se ofreció a llevar a los demás sin pensarlo mucho.