Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 96: Hacia el enjambre.

Parte 1.

*POV 3ra Persona*

En un rincón de la 5ta área se extendía una amplia llanura y en su centro se levantaba un pequeño grupo montañoso. La base de las montañas estaba cubierta por una masa de color negro que, como una entidad viva, se movía y cambiaba de forma. A su vez, un aura espeluznante emanaba desde las montañas y llenaba el área.

No muy lejos de las montañas se encontraba el grupo de Selene.

“Dios santo… eso sí que es una cantidad descomunal.”

Dijo Himeko mientras observaba la masa moverse desde la distancia. A pesar de cómo se veía esa entidad desconocida, Himeko sabía que era lo que componía esa masa oscura.

“Realmente son un montón y me parece que no solo hay perros ahí.”

“Eso no cambia el plan. Liezelle, ¿harías lo honores?”

“Será un placer.”

Liezelle avanzó, deteniéndose a unos diez metros en frente del grupo y un segundo después, la esencia mágica comenzó a arremolinarse a su alrededor.

“Oh…”

“Woah… espera, ¿qué?”

La cantidad de esencia mágica que rodeaba a Liezelle era tanta que el espacio parecía distorsionarse a su alrededor. Ráfagas de aire azotaban los alrededores y la tierra parecía temblar al mismo tiempo que el aura que la rodeaba se intensificaba, y tan solo unos segundos después…

“Storm Wall.”

Unas breves palabras fueron pronunciadas. A su vez el temblor se detuvo y la esencia mágica se tranquilizó.

*Crack*

Al momento siguiente, la tierra comenzó a temblar otra vez, pero con más intensidad y con un fuerte estruendo la tierra se partió y un torrente de luz emergió.

“¿Qué…?”

A poca distancia de Liezelle el torrente de luz formó un muro gigantesco y sin esperar ni un segundo, comenzó a expandirse hacia los lados.

“Listo. En un par de minutos esas criaturas estarán encerradas por el muro de luz. Así evitaremos que escapen.”

“…”

Al ver como Liezelle ni siquiera se inmutaba al lanzar semejante hechizo, sus compañeros se quedaron sin palabras. Bueno, todos excepto Liezelle.

“Bien. En lo que el muro hace su parte, ¿deberíamos empezar no creen?”

Dijo Selene mientras se acercaba a Liezelle.

“Ahora, una vez que crucen, no volverán a salir hasta que el trabajo esté completo o les sea imposible continuar. Cada uno sabe lo que debe hacer, así que esto es todo por mi parte. ¿Alguien tiene algo que agregar?”

Al ser cuestionados de repente, nadie dijo nada. Sus expresiones revelaban desde anticipación hasta un claro nerviosismo, pero nadie dijo nada. A pesar de lo que pudieran sentir, ya se habían decidido a hacerlo, por lo que rápidamente su determinación se mostró en sus expresiones.

Al ver los claros cambios en ellos, Selene sonrió.

“Bien. Entonces, empecemos.”

Después de eso, Liezelle abrió un agujero con forma similar a una puerta en el muro para que todos pasaran.

“Muy bien… ¡Vamos allá!”

Como para animarse aún más, Himeko gritó antes de cruzar la puerta, detrás suyo pasó Hinata y luego Kanna. El grupo de Seijiro pasó de ultimo y fue recibido por una visión abrumadora.