Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 100: Esbirros de dios.

Parte 1.

*POV 3ra Persona*

Mientras el grupo de Selene comenzaba a limpiar a los monstruos restantes en el área, en una zona alejada de allí, el par de demonios primordiales observaban los resultados de su trabajo.

“Vaya, vaya. Quien pensaría que tendríamos que ‘limpiar’ tanta basura.”

Cabello largo de color negro azabache, una figura con curvas abundantes y atractivas, cubierta por un vestido ajustado. Con una leve sonrisa, la mujer observaba el suelo a su alrededor. Allí yacían varias decenas de criaturas humanoides, algunos tenían apariencia idéntica a los humanos, mientras que otros tenían rasgos sobrenaturales como cuatro brazos, varios ojos, piel con patrones y de color extraño, etc. Así de variados eran, pero todos tenían algo en común: estaban inconscientes y con variadas heridas en sus cuerpos.

“En serio… ¿Cómo piensas responsabilizarte por reducir nuestros números?”

En un instante la sonrisa en el rostro de la mujer desapareció y sus ojos se centraron en un hombre que estaba parado a varios metros de distancia.

“Bueno, bueno. Tú fuiste quien los dejó en este estado y ¿quieres que asuma la responsabilidad? Eso es ser irracional.”

El hombre vestía un traje de color negro y llevaba su cabello de color blanco recogido en una corta cola de caballo. Sus manos estaban cubiertas por guantes de color blanco que tenían bordados la cabeza de un león dorado en el dorso.

“No lo creo. Si los convenciste para que se unieran a ti, lo menos que puedes hacer es dar la cara por ellos ¿no crees?”

“No sirvieron para nada más que ganar tiempo, pero bueno… no era como si ellos tuvieran algún chance contra ustedes.”

Dijo el hombre mientras soltaba un corto suspiro.

“Pero bueno, por lo menos sirvieron para mi experimento.”

“Así que el que esa bestia apareciera aquí fue cosa tuya. ¿Podrías decirme qué era eso?”

El hombre permaneció en silencio unos segundos antes de responder.

“Muy bien. Te lo diré en honor a nuestra pasada asociación. Eso era una Bestia Caída.”

“¿Qué es eso?”

“Naturalmente, conoces a las bestias divinas. Esas que murieron a manos de los primeros héroes.”

“Querrás decir esbirros del Dios del Sol.”

En ese momento, el aura que rodeaba a la mujer se volvió más densa y el ambiente se tensó. Aunque el hombre lo ignoró y continuó hablando.

“Llámalos como quieras. Me da lo mismo. El punto aquí es que, el Dios del Sol está buscando hacerse con la posición de dios principal de este mundo. Yo solo lo estoy ayudando, como puedes ver.”

“¿Y qué tiene que ver esa Bestia Caída con eso?”

“Cierto… eso era lo que te iba a explicar. Me desvié un poco.”

Dijo el hombre con una sonrisa burlona.

“Las Bestias Caídas no son más que fallos agradables de algunos experimentos.”

“¿De qué estás hablando?”

“Kukuku. No es tan difícil. Solo estamos experimentando con monstruos para ver si logramos crear una bestia adecuada. Lo que viste por allá fue el resultado de que el poder oscuro de la mezcla venciera al resto de elementos. Eso es todo.”

“…”

La intensidad aura rodeando a la mujer se multiplicó y el aire en el aire comenzó a agitarse. La tierra temblaba levemente y chispas de color negro comenzaron a brotar de la nada.