Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.

Capítulo 113: Problemas en camino.

Parte 1.

*POV 3ra Persona*

Mientras Leohart y Maomao estaban explorando el distrito comercial de la ciudad luego de salir de la tienda de Dali, el gobernador de la ciudad estaba recibiendo visitas importantes.

El gobernador era un hombre en la flor de su vida. Con una apariencia fornida y unos 2 metros de alto, era un caballero que había visto su buena parte de acción en los campos de batalla y alcanzó altos puestos a base de esfuerzo.

El gobernador de la ciudad estaba arrodillado sobre su rodilla izquierda frente al escritorio de su oficina mientras observaba hacia la entrada. Allí se encontraban dos personas.

“Príncipe Roswald, es un honor es un honor recibir su visita.”

El príncipe Roswald es un hombre joven, en la primera mitad de sus veintes. Su cabello corto de color rojo oscuro y sus rasgos bien definidos, sumados a su cuerpo de buena complexión le daban la apariencia de un apuesto caballero con una mirada penetrante. Llevaba un traje de alta calidad de color blanco y botas de color rojo oscuro, altas hasta las rodillas.

“Levante el rostro lord Bridgestone. Creo que ya pasamos por esto el primer día.”

Dijo el príncipe, recordando su primer encuentro hace tan solo tres días.

“Cierto. Es solo que no esperaba su vista el día de hoy. Pensaba que estaba atendiendo otros asuntos el día de hoy.”

Comentó el gobernador mientras se levantaba. Con un movimiento de su mano le sugirió al príncipe que se acomodara en el sofá en el costado izquierdo de la habitación.

“Bueno, surgió un imprevisto.”

Sin oponer resistencia el príncipe tomó asiento y se acomodó en el sofá. Acto seguido, lord Bridgestone procedió a preparar te para servirle al príncipe.

“Como usted bien sabe, mi visita a estas tierras tiene tres objetivos. Primero, monitorear el estado de desarrollo de la ciudad. Segundo, atrapar a una peligrosa fugitiva. Y, por último, recuperar a dos personas importantes.”

El príncipe se explicó al mismo tiempo que recibía él té del gobernador.

“Con respecto al desarrollo de la ciudad, puedo decir que se ve bastante bien. Ha progresado maravillosamente durante estos últimos cuatro años.”

Al escuchar el halago del príncipe hacia su persona, Bridgestone enderezó su espalda y puso su puño derecho sobre su pecho mientras inclinaba levemente su cabeza.

“No merezco tales palabras.”

“No sea modesto, lo que ha logrado aquí no es una hazaña pequeña. En tan solo cuatro años, la ciudad ha florecido maravillosamente e incluso ha establecido buenas relaciones con naciones en este continente. Si eso no merece honestos elogios, no sé qué los merecería. Son elogios bien merecidos.”

“Si, su alteza, pero no puedo negar que la guía de nuestro señor tuvo una gran influencia en esto.”

Respondió el Lord.

“Eso es cierto. Quien diría que en estas tierras existirían naciones que veneraran al Dios del Sol, Amerion-sama. Que gran bendición.”

El tono del príncipe se iluminó cuando habló sobre el mayor símbolo del Imperio Alvens, el Dios del Sol. Parecía feliz de saber que la guía de su dios los había ayudado.

“Ciertamente, es una gran bendición.”

“Fufu. Por supuesto, nuestro imperio fue elegido por el gran dios y aun así… hay pestes que amenazan su continuidad.”