Parte 1.
Escuché un grito.
“¡¿Quién está ahí?!”
No era un grito de sufrimiento o de la alegría. Era similar a una advertencia. Pero, una advertencia ¿Para quién?
No lo sabía. No tenía forma de saberlo. Desde el interior de la carreta no podía ver bien. Lo único que podía ver con claridad eran las otras chicas que estaban allí conmigo.
Dos chicas bestias similares a mí, una joven de unos 17-18 años y dos chicas de aspecto peculiar. Esas son las otras cinco personas dentro de la carreta. Todas están despiertas, pero nadie se mueve. ¿De que serviría moverse?
“Qué estará pasando afuera.”
“Quien sabe.”
La joven de mayor edad es quien responde mi comentario. Ella parece estar bastante alerta sobre la situación fuera. Es lo normal. Después de todo ese grito de ahorita, no puede significar nada bueno. Lo más probable es que estemos bajo ataque.
Monstruos o personas. Lo más probable es que sean monstruos.
“No creo que les haga falta saber quién soy. Al final, yo también pertenezco a una raza inferior ¿cierto?”
Una voz que no conozco. He oído las voces de los cuatro hombres que nos vigilan y esta voz no es de ninguno de ellos. Tampoco es la de esa chica. ¿Sera el oponente de esos hombres?
Siento curiosidad así que me muevo lentamente hacia el borde de la carreta cuando…
“¡Espera!”
Una de las chicas bestia me detuvo.
“¿Acaso quieres terminar como esa otra chica?”
“…”
Cuando dijo eso, un recuerdo desagradable pasó por mi mente.
Más temprano hoy, ocurrió un problema. Junto a nosotras había otra chica que se enfrentó a nuestros captores. Fue algo inesperado ya que todas las que estamos aquí no tenemos forma de hacerle frente a esos hombres. La única que parece poder hacerles frente es la de mayor edad, pero parece que tiene problemas de salud.
Tanto las chicas bestias como yo, no podemos deshacernos de los grilletes y las otras dos… bueno, dan una sensación anti natural. Ellas solo están ahí, obedientemente. No hablan ni se mueven mucho. Como si no tuvieran voluntad dentro de sí mismas.
Solo esa chica pudo hacer algo. Ella rompió las cadenas con simple fuerza bruta y golpeó a los hombres como si nada. Los tres que parecen aventureros no pudieron hacer nada contra su fuerza, pero el cuarto hombre fue diferente. Podía hacerle frente y en un descuido de la chica, le causó una herida grave.
Después de eso… golpearon a la chica herida para desquitarse y la dejaron tirada allí, y continuaron hacia adelante. Si siquiera mirar atrás.
Estos hombres no son personas razonables. No sé qué habrá pasado con las otras, pero por lo menos yo, estoy aquí porque fui vendida. Solo soy una niña que fue abandonada por su padre a los cuatro años.
Según el yo maté a mi madre al nacer… la verdad, no sé qué pensar al respecto. No conocí a mi madre y mi padre resultó ser así. Se deshizo de mi cuando ya no pudo tolerarlo más. Desde entonces estuve bajo el cuidado de un comerciante que tampoco dudó en venderme cuando le ofrecieron una buena cantidad.
Parece que no tengo suerte con las personas.
“No sé lo que hay ahí fuera, pero no tengo nada que perder.”
ESTÁS LEYENDO
Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.
FantastikUn grupo de personas se ven envueltas en un accidente incomprensible y reencarnan en otro mundo. Algunos como familia o conocidos y otros... Como algo que no imaginaban. "Soy una serpiente? Me da igual! Siendo una serpiente alcanzaré el cielo!" Nota...