Capítulo 121: Preparando el negocio.

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Parte 1.

*POV 3ra Persona*

“Han pasado dos días y parece que Tiamat está bien.”

Comentó Leohart mientras avanzaba por la calle. Durante los últimos dos días, desde que la dejó con los niños, Leohart había visto una mejora en el ánimo de Tiamat, lo cual alivio una de sus preocupaciones.

“Así es. Espero y pronto encuentre su camino.”

“Si…”

Leohart respondió al comentario de Liezelle al mismo tiempo que dejaba salir un helado suspiro. El estado mental de Tiamat era algo con lo que tenía que tener cuidado. Durante sus pocas interacciones había juzgado que ella no era peligrosa, pero eso no significaba que no pasaría nada. Ella es una bestia primordial, una criatura que existe en ese mundo desde sabe dios cuando y su fuerza no es para nada algo que pudiera ignorar. Si ella llegara a perder el control o volverse su enemigo, lo más probable es que resultara en una catástrofe.

“En serio… es un alivio.”

“Ufufu. Una preocupación menos.”

“Dos, diría yo.”

“¿Y la segunda cual sería?”

Preguntó Liezelle visiblemente confundida.

“Pues, que pude aprender algo más sobre ti.”

“… eso es cierto.”

Las mejillas de Liezelle se sonrojaron levemente mientras volteaba la cabeza luego de escuchar la respuesta de Leohart. Este último sonrió levemente al ver su reacción.

(Pensar que ella es un alto espíritu que nació del árbol del mundo… ¿quién lo diría?)

Un día después de su conversación con Tiamat, Leohart se reunió con sus compañeras a petición de Selene. La razón tras ello era que Liezelle quería decirles algo. Lo que ella revelo ese día era su origen.

Parte 2

En un día peculiar, hace poco más de 500 años, Liezelle llegó al mundo.

No tenía un cuerpo físico, ni siquiera un nombre. Su primera memoria es la de haber abierto los ojos los ojos por primera vez y haber visualizado un increíble combate. Una sola persona se enfrentaba a tres guerreros. Ella no poseía un cuerpo físico en ese momento y todo lo que podía hacer era observar en silencio.

La batalla finalizó con la derrota de los tres guerreros, quienes desaparecieron antes de que el vencedor pudiera hacer algo más.

A pesar de su poco tiempo de vida, ella podía notar las emociones que cargaban aquellos que luchaban frente a ella. Los tres guerreros estaban enojados, pero a su vez eufóricos. Felices de poder luchar contra ese solitario enemigo. En cambio, la otra persona cargaba con una profunda ira en su interior y no dudó en liberarla contra ellos. Como resultado, se alzó victorioso.

El combate dejo grandes secuelas. El área circundante era un inmenso páramo irregular, en el cual sobresalían los claros desgarros y cráteres que el combate había dejado, pero por encima de ellos, había algo más que llamaba la atención: un enorme árbol.

Con unos cincuenta metros de alto y alrededor de diez de grosor, un solo árbol se levantaba imponente en aquel páramo. A pesar de ser solo un árbol, su aura era impresionante y la esencia mágica se envolvía a su alrededor de forma natural.

Aun ensimismada por la apariencia del árbol, Liezelle se percató de como el joven que se había quedado solo allí se había acercado y miraba en su dirección. Eso le pareció extraño ya que ella no poseía cuerpo físico y su presencia era tan débil que ella misma dudaba de que estuviera realmente allí y, aun así, él la estaba mirando.

Empecé como serpiente, por lo tanto empecé desde abajo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora