55

118 10 9
                                    

Jamie

Volver a estar enganchado al teléfono me trae recuerdos agridulces.

Cuando Jasper me avisó de que tenía plaza en una clínica de la ciudad me costó asimilarlo, sobre todo porque ni siquiera sabía que planeaba dejar el pueblo. Su madre acababa de fallecer, él y su hermana tenían una casa en propiedad y bastantes terrenos y tenían que gestionar todos los trámites burocráticos.

Pensé que se quedaría conmigo, que me pediría salir de la casa de largas estancias y que quizá podríamos formar una familia.

Me pilló por sorpresa saber que ya había aceptado.

Me dejó apenas un mes para asimilar que íbamos a mantener una relación a distancia.

La mayoría de las noches las pasé al teléfono. Primero en casa de Emma y después en el bar para dejar dormir a la familia. Jasper no paraba de insistir en que me instalase una línea telefónica cada vez que rechazaba mudarme con él. No estaba preparado para salir del pueblo. Ahora, con Duncan por aquí y lo extraño que se ha vuelto todo, pensar en abandonar las colinas que rodean Blue Ribbon me aterra de nuevo. Aquí estoy protegido, nadie conoce mi historia y estoy seguro por fin de que lo que he conseguido estos años es real. Es mío.

Ahora, cuando enrosco el cable del teléfono entre los dedos y espero que Cam me responda, no puedo evitar recordar lo ansioso que estaba por escuchar la voz de Jasper y las ganas que tenía de saber cuándo volvería, conmigo. Tampoco puedo evitar revivir cómo me sentí las veces que no hubo respuesta, cuando la llamada era demasiado corta o cuando Jasper me dijo que no quería seguir.

Cuando Cam responde suelto un gran suspiro de alivio.

—Pensaba que me llamarías desde el bar. ¿Cómo está Frank?, ¿has hablado con él? No sabes cómo os echo de menos... Siento no haber podido ir el fin de semana, pero ya sabes, tengo como cuatro reuniones para organizar el trimestre, ¡cuatro!

—Con lo que hablas, no creo que una fuese suficiente para que el resto del claustro pudiese abrir la boca.

Camila me reprende y consigue que la sienta más cerca.

—¿Cómo están las cosas?

—Dentro de poco es el aniversario de tu desaparición —dice, consiguiendo que se me encojan las tripas—. La prensa siempre se pone un poco pesada ese día, pero cada vez menos.

—Pondrán fotos mías por todas partes...

—Y seguro que algún clip de Golden Hour. Fue una actuación increíble.

Cam me apoyó desde que le planteé la idea de apuntarme a la audición, y eso que era una idea bastante fantasiosa. Me compró la ropa que quería que llevase y la trajo en una mochila al colegio privado donde trabajábamos juntos. Compartió mi secreto y alivió mis nervios mientras íbamos de camino. La cola fue eterna y por poco no vomito en cada rincón, pero estaba pletórico.

—Nunca te he visto tan feliz, James. Sé que no quieres volver al panorama musical, y lo respeto, pero es que llevas sin tocar desde entonces. ¿Te parece normal? La música era tu vida, era lo que querías.

—No, ser libre era lo que quería.

—¿Has utilizado el cuaderno que te regale para llenar toda esa libertad? Aunque sea para esbozar una estrofa. Una chiquitita.

Me acaricio los labios con el pulgar. Hook tiene la cabeza sobre mi regazo y el salón está desierto.

—No estoy muy creativo, Cam. Ya lo sabes.

La escucho bufar al otro lado del teléfono y necesito que cambiemos de tema.

—¿Hablamos de lo qué pasó en Nochevieja o quieres que haga mis propias apuestas?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Anochece en Blue RibbonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora