El penúltimo timbre de la noche sonó haciéndome levantar de mi pupitre así como a los demás estudiantes de toda la sala, direccioné mi camino hacia la salida luego de juntar mis libros. Alguien me sujetó del hombro.
- ¿No planeas irte sin despedirte verdad? –la voz de Liam me hizo dar la vuelta.
- Planeaba irme para ya no ver tu horrendo rostro hasta mañana en la tarde –rió por mi no muy cortes manera de hablar, así nos tratábamos.
- Eres un terrón de azúcar, Harry –dijo con sarcasmo, yo solo reí y caminé hacia la puerta seguido de él.
- No me llames terrón de azúcar nunca más –protesté.
- Esta bien, dulce de leche –bromeó de nuevo, lo miré tajante; caminamos por el pasillo.
- No me toques las bolas, Liam.
- No te las toco si no eres un imbécil conmigo –se encogió de hombros; reí y asentí– Graham estuvo muy compasivo en el entrenamiento, ¿no crees? –preguntó cuando llegamos a las taquillas.
- Sí, creo que tiene un lado bueno después de todo –dejé mi libro de aritmética y tomé la carpeta de dibujo.
- O su ex esposa volvió con él –reímos, dudaba que eso fuese real.
- No exageres tanto –cerramos nuestras taquillas– Nos vemos mañana en el entrenamiento, cuídate hermano –dije dándole un medio abrazo
- Tu también terrón de azúcar –musitó y se alejó de mi de inmediato para salir corriendo entre risas burlonas.
- ¡No te salvas mañana, imbécil! –le grité, aunque dudaba que me hubiese escuchado ya; ladeé la cabeza varias veces riendo, que idiota.
- Leonardo Da Vinci fue un pintor renacentista italiano entre el siglo dieciséis, también llegó a ser pintor, anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor...
No comprendía por qué tenía que estar tomando apuntes sobre una mata de personajes muertos, todos sabemos que en menos de una semana ya no recordaré ni su nombre. El arrugado profesor Chapman parloteaba sobre la multifacética vida de Da Vinci mientras yo simulaba tomar notas sobre sus aburridas palabras, ¿en serio alguien podría llegar a tener tantas profesiones en una vida? Este es un mundo de locos.
- Como saben, su obra más destacada fue la Gioconda, más conocida como la Mona Lisa, que muestra a una bella mujer pintada sobre madera de álamo. Las investigaciones indican que podría ser una vecina de Leonardo y podría haber estado embarazada –carraspeó–
El chico que estaba junto a mí, el cual estaba muy interesado en la clase, levantó la mano.
- ¿Señor Leonard? –llamó el profesor ante su gesto.
- ¿Sabe el nombre verdadero de la modelo? –preguntó, bajó la mano–
- Buena pregunta –carraspeó– La tesis más acertada dice que realmente se llamaba Lisa Gherardini, esposa de Francesco Bartolomeo de Giocondo, de donde viene su otro nombre que es Mona, señora en italiano antiguo y posteriormente su nombre, Lisa.
- ¿Era su musa o algo así? –preguntó otro chico que estaba sentado unas dos filas delante de mí.
- De hecho, solo se conoce esa pintura donde esté la misma mujer –respondió, se volvió a su asiento después de tanta palabrería– De acuerdo, chicos, les encargaré un trabajo que lo entregarán dentro de dos días –se escucharon quejas en toda la sala– En una hoja o si lo prefieren, en un cuadro, quiero que me dibujen a su musa, pero tampoco es necesario que sea mujer, agréguenle su toque personal y eso valdrá casi la mitad de la nota.
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NUMB |h.s|
Fanfiction¿Te arriesgarías a intentar algo nuevo sabiendo que uno no conoce el rostro del otro? Harry accede a llevar a su hermana de Holmes Chapel hasta Manchester a un instituto para discapacitados todos los días, y no pensó encontrarse con una maestra de l...