Esta es la continuación de mi historia "Mi último amor" veremos a las hijas de Caroline y Klaus tener que luchar sus propias batallas.
Caroline y Klaus son completamente felices juntos, hasta que descubren que hay criaturas mas poderosas y perversas...
Landon despertó sorprendido, estaba en medio de un montón de cenizas, Katherine lo veía seria, estaba hablando por teléfono y sostenía un artefacto entre sus manos, Landon lo reconoció pero no sabia de donde, ni quien se lo había dado.
-Tome tu teléfono, espero que no te moleste niño.-dijo Katherine sonriéndole, el sonrio hacia ella y tomo su mano, para levantarse.
-Que hacemos aquí?
-No lo se, esperaba que me dieras respuestas.
-No lo recuerdo
-Yo tampoco, pero ya pedí refuerzos.-dijo Katherine sonriendo.-Aunque estoy muy molesta, me perdí el cumpleaños de las mellizas.-dijo Katherine seria
-Josie se enojara.-dijo Landon serio, no sabia como había llegado ahí, lo único que sabia es que quería volver a casa y que en su interior, algo había cambiado, miro hacia el poso, ya no estaba, como era posible, el no había hecho nada.
En Mystic Falls.
Esa misma noche.
Caroline estaba recostada en su cama alado de Klaus, su esposo, lo miraba seria, ese día habían celebrado el cumpleaños 16 de sus hermosas hijas, cuanto habían crecido, aun recordaba su nacimiento, su amor por ellas no había hecho mas que crecer, se quedo dormida tomando la mano de Klaus y pensando en lo feliz que era su vida ahora.
De pronto frente a ella apareció una chica, la miraba, la miraba como si fuera la persona que mas quería en el mundo, pero Caroline no sabia quien era, nunca la había visto.
-Mamá.-susurro la chica sonriendo hacia ella.-Mami.-dijo otra niña mirándola con una sonrisa, Caroline la miro con sorpresa.
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-Quien eres...-susurro. La niña desapareció y apareció frente a ella la chica de nuevo.-Espera no te vayas.-dijo Caroline viendo como su imagen se oscurecía. La escucho reír y su piel se erizo.
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-MAMÁ.-grito y Caroline se giro, la chica la miraba con tristeza.-Ayuda...
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