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Capítulo 28

La Conferencia de la Alianza Inmortal: Se abre el Abismo II

Shen se apresuró a llegar donde Luo Binghe y Ming Fan estaban. Para eso usó el arroyo. Si lo seguía encontraría a sus discípulos más rápido. Solo esperaba que al llegar al menos ellos estuvieran a salvo. Los demás podrían estar muertos, pero Ming Fan y Luo Binghe todavía tenían que estar con vida.

Bueno, Binghe seguro seguiría con vida por su halo de la fortuna. Pero dudaba que su discípulo principal tuviera uno.

Aceleró su paso con XiuYa, tenía que hallarlos a los seis y mantenerlos a salvo. Los demás podían morirse. Y además tenía que lanzar a Luo al Abismo. Necesitarían privacidad ya que no sabía qué opinarían los demás si supieran lo de Binghe.

[00:54:02]

Lanzó una bola de energía a un demonio que se lanzó encima de él. Vio a un grupo de discípulos a unos metros, pero como ninguno era de QingJing los dejó luchar por su cuenta. Algún otro maestro se haría cargo de ellos. Él debía ir por sus discípulos.

Gritos se escuchaban por todas partes, gruñidos y chillidos. Intentó agudizar el oído, quizás encontraba a alguno de sus otros discípulos cerca y podía ayudarlos. Pero entre tanto ruido apenas podía distinguir las voces. Imaginaba que Ning Yingying, Yang Chen, Lu Song y Mu Sheng estarían en otro lugar lejos del arroyo.

Pronto los detectó, ambos luchaban contra un demonio grande y de aspecto horrible, con largas garras y una boca que lanzaba saliva al rugir. Shen saltó de XiuYa y con un selló la lanzó a la criatura para decapitarlo. La cabeza cayó como un trozo de carne negruzco y su sangre se esparció por el suelo.

—¡Shizun!—exclamaron Ming Fan y Luo Binghe.

Ambos parecían aliviados y felices de verlo. Los otros discípulos también ya que eran un grupo de inútiles que dependían de otros discípulos para seguir con vida.

—Tenemos que alejarnos de aquí, buscar a sus hermanos y terreno seguro hasta que todos sean exterminados—dijo Shen mirando a sus dos discípulos—. Los demás maestros han entrado, así que ayudarán a los demás. Luo Binghe, cubre atrás. Ming Fan el medio. Iré adelante. Vamos.

Sus discípulos obedecieron y se pusieron en posición, así podrían proteger a los idiotas que no eran capaces de protegerse por su cuenta.

Binghe era capaz de usar su espada para proteger a los niños hasta que Shen pudiera hacer algo. Ming Fan tenía sus pinceles y sus animales de tinta que protegían los costados. Los demás tenían sus espadas en mano y hacían el mínimo esfuerzo por ayudarlos. Ya si servía o no su ayuda, Shen no podía decirlo.

Mientras Shen prestaba atención a su alrededor, buscando a sus demás discípulos, una chica entre el grupo que cuidaba gritó.

—¡Shixiong!

Ah no, esperen, había sido un chico.

El niño tenía una araña en su cabeza, firmemente aferrada a él. Sus sienes habían sido traspasadas por dos de las patas de esa araña que de manera rápida había logrado asesinarlo. Su cuerpo cayó al suelo entre los gritos de sus compañeros, pero Shen no se centró en eso. Él recordaba a esos demonios arañas, eran una molestia y sabía que trabajaban en grupo por lo que en vez de preocuparse por una que ya había matado a un chico, debían preocuparse por las demás que seguramente los rodeaban y superaban en número.

Ming Fan dibujó con rapidez un buey y lo envió a aplastar a esas arañas. Binghe, por su parte, había usado una onda de energía lanzada con su espada para matar a algunas de esas cosas horribles con cabezas humanas. Shen vio que se acercaban más, una horda de arañas asesinas que querían succionarles el cerebro a través de las sienes.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora