Especial San Valentín XII

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Especial San Valentín XII

Aventuras en Sistema de auto-salvación del villano escoria XII

Las cosas se volvieron más sencillas cuando regresaron. Luego de que tranquilizara a su esposo y le contara que el otro Binghe ya no volvería a molestar, Binghe le contó lo que había pasado del otro lado del escudo. Resultaba ser que, al momento en que Bingge se fue, su espada, la poderosa XinMo, se volvió cenizas. Ninguno entendió qué pasó, pero lo único que podían deducir era que habían podido contra él. Shen Jiu le prometió a su esposo que luego le explicaría todo con detalles de lo que realmente ocurrió.

Fue después de eso que todos sus pollitos se lanzaron sobre él, todos llorosos y diciéndole lo mucho que lo habían extrañado. Incluso su hijo, con sus quebraduras aun frescas, se lanzó sobre él llorando y diciéndole que lo había extrañado mucho y que por favor no volviera a dejarlo solo.

¡Incluso sus hermanos marciales, a excepción de Liu Qingge, Mu Qingfan y Yue Qingyuan, se lanzaron sobre él para abrazarlo! La diferencia con sus discípulos ¡era que estos bastardos lo habían hecho solo para molestarlo! ¡Desgraciados todos ellos!

—¡Ya déjenme en paz!—gritó Shen Jiu, harto de toda esta atención de parte de sus hermanos marciales.

¡Maldición que todavía tenían que hacerse cargo de los demonios que Bingge había dejado aquí!

Luego de que sus hermanos marciales se quitaran de encima, Shen Jiu se levantó con ayuda de su esposo y se acercó a los otros señores de pico que, luego de un rato, habían tenido que meterse en la batalla.

—Creo que sin XinMo ahora, enviar a estos demonios a su mundo y dejarlos ahí solucionará este problema—dijo el otro Yue, su sonrisa y su mirada tenían algo peculiar que llamó la atención de Shen Jiu.

—Sí, lo que sea que hagan en su mundo, ya solo será problema de ellos—dijo Shen Jiu intentando descifrar el extraño comportamiento del otro Yue.

—En ese caso, ¿su esposo podría hacerse cargo de este asunto?

Shen Jiu miró a Binghe, el cual asintió y empuñó a su propia espada, concentrándose para buscar el mundo exacto del cual venían estos demonios.

Mientras esperaban, Shen Jiu notó que todos los demonios, incluidos los más fuertes, estaban maniatados y arrodillados en el suelo. A varios metros de ellos, estaba Shang Qinghua con su esposo y la versión del otro mundo de su esposo maniatado en el suelo. El otro Mobei no dejaba de mirar a Shang Qinghua, quien lo ignoraba mientras hablaba con Sun Lian, su discípulo principal. Su mirada estoica parecía tener un tinte sentimental que era difícil de descifrar.

Sha Hualing, por otra parte, había sido amordazada también porque no dejaba de quejarse. A sus costados estaban discípulas de XianShu custodiándola. Los otros demonios, por su parte, no representaban un gran peligro así que los discípulos de BaiZhan y WanJian eran los indicados para mantenerlos a raya.

Solo después de unos cuantos segundos, su esposo consiguió dar con la respuesta que habían buscado y, de un solo movimiento, abrió un portal que daba al mundo de estos demonios.

—Envíen a todos lejos, terminemos con esto de una vez—pidió Luo Binghe viendo a Mobei-jun.

El general de hielo, la reina de escarcha de Shang, asintió y con una señal, más demonios se acercaron y comenzaron a arrojar por el portal a los demonios que habían maniatado, lanzándolos como costales de arroz hacia el otro mundo.

Mientras lo hacían, Shang Qinghua se acercó a él. Lucía cansado pero todavía podía caminar sin caerse, lo cual era bastante.

—Shen shixiong, ¿qué pasó con Bingge?—preguntó en voz baja.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora