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Capítulo 24

En el bosque Huoyue II

Tras el acontecimiento del hombre asesinado, Shen mandó a sus discípulos a buscar toda la información que pudieran recolectar sobre lo acontecido. También los envió a estudiar mejor el terreno de día y a preparar algún plan para enfrentarse a la criatura. Tenían que estar preparados para todo, no confiarse como habían hecho el día anterior. Debió haberles dicho que se prepararan mejor, no aceptar el plan así como así y averiguar en el proceso. Sabía que ellos debían tomar experiencia por su cuenta y equivocarse era fundamental para aprender, pero no debió dejarlos. Habían corrido peligro, demasiado peligro, no debió dejarlos hacer eso por su cuenta. Había sido descuidado.

Se concentró en hacer pasar su energía espiritual por su cuerpo para que el hueso roto de su pierna se curara. A este ritmo podría curarse en, máximo, dos semanas. Menos tiempo del que tomaría en realidad para cualquier otra persona. El sistema había hablado sobre la medicina especial de nuevo, pero Shen se negó a comprarla, por más de que fuera gratis. El sistema no volvió a insistir al respecto y en su lugar le habló de otras cosas para distraerlo ya que había quedado solo en la posada. Shen apenas le prestaba atención sobre las cosas raras de las cuales le contaba. De todas formas ¿qué se supone que respondería ante una historia de un rey fantasma y un dios cuya historia de amor tenía ochocientos años? Las historias eran historias, solamente podía escucharlas y no comentar demasiado al respecto. Además, la historia no era mala, al menos por lo que le había contado. Aunque era inverosímil un amor que durara ochocientos años, ¿quién buscaría por tanto tiempo a alguien? ¿Quién sería capaz de amar de esa manera?

Para Shen era solo un cuento más, no existía nada como eso en el mundo real. Nadie amaba de esa forma, con esa intensidad.

—Shizun—escuchó la voz de Luo Binghe, ingresando a su cuarto con una bandeja en mano.

—¿Ya regresaron?—preguntó Shen curioso mirando al niño.

Binghe negó con la cabeza y cerró la puerta.

—Este discípulo se quedó para ayudar a shizun—dejó la bandeja en la mesa y sirvió una taza de té—. Lo acordamos con Ming shixiong. Alguien tenía que quedarse a cuidar de shizun.

—¿A ustedes les entra por un oído y les sale por el otro lo que este maestro dice?—Shen suspiró y aceptó la taza que Luo le ofreció—Ya les dije que no tienen de qué preocuparse. ¿Acaso creen que es la primera vez que este maestro se quiebra una pierna en una misión? Ya he lidiado con esto antes, es fácil para mí lidiar con esto ahora.

—Todos entendemos que shizun es capaz de protegerse por su cuenta, pero...todos queremos cuidar de shizun también. Shizun nos cuida siempre, nosotros queremos devolverle eso.

—No los cuido para que me lo devuelvan—dijo Shen frunciendo el ceño y viendo el líquido de su taza—. Soy su maestro, es mi deber protegerlos.

En su primera vida lo había sido también pero no lo hizo. Solamente cuidó de Yingying hasta que esta lo dejó por Luo Binghe. Nunca cuidó a nadie más que a sí mismo y a Qi-ge, y lo había hecho pésimo.

—Que sea el deber de shizun no quiere decir que deba hacerlo, pero shizun lo hace. También es decisión de estos discípulos proteger o no a shizun, pero nosotros elegimos hacerlo—respondió Luo Binghe sentándose a un lado de Shen—. Shizun, este discípulo quiere disculparse. Por su incompetencia shizun fue herido. Este discípulo promete hacerse más fuerte para poder proteger a shizun.

—Lo único que quiere este maestro es que seas un buen hombre en el futuro, no necesito que seas fuerte para protegerme. ¿Se te olvida quién es tu maestro? Deberías saber que puedo protegerme solo.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora