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Capítulo 38

El secreto de QingJing al descubierto

El silencio se hizo presente en toda la casa de bambú. No solo Liu Qingge se quedó pasmado mirando a Luo Binghe, sino que el mismo Luo Binghe se quedó paralizado en su lugar viendo al maestro del pico BaiZhan. Shen Jiu no sabía qué hacer en ese momento, ¿qué se suponía que le decía a Liu Qingge? Además de insultarlo por romper de nuevo su puerta.

—Liu shidi, ¿qué es esa forma de abrir la puerta de mi casa?—preguntó poniéndose delante de Luo Binghe.

—Ese...¿quién...? ¡Un momento! ¿Ese no es tu discípulo muerto?—preguntó Liu Qingge.

—¿Él?—Shen se giró perezosamente hacia Binghe, quien seguía clavando su mirada oscura sobre Liu Qingge, sus ojos habrían cambiado por la sorpresa en un santiamén—Tal vez.

—¿Zhangmen shixiong sabe de esto? ¿Desde hace cuánto está aquí?—preguntó Liu Qingge dando un paso al frente— Él debería...—y se detuvo, como si estuviera sintiendo algo en el ambiente.

Shen Jiu lo sabía, sabía lo que estaba sintiendo. No era algo fácil de ignorar. La energía demoniaca de Luo Binghe era demasiado pesada, tan potente que uno no podía simplemente ignorarla. Era una energía oscura sin precedentes, traída por su descendencia de demonio celestial.

—Shen shixiong—Shen notó la mano de Liu apoyarse en la empuñadura de ChengLuan—, ¿qué significa esto? Este discípulo tuyo...ya no es como nosotros.

—Él es un discípulo de QingJing, a pesar de todo.

—Es un demonio, Shen shixiong. Él es un...

—Liu shidi—cortó abriendo su abanico—, creo que sería bueno que te vayas.

—No puedo hacerlo sin él. Zhangmen shixiong tiene que saber que hay un demonio en la secta.

Shen Jiu frunció el ceño, indicándole a Luo que retrocediera. No podía creer que el idiota de Liu Qingge insistiera en llevarse a Luo Binghe. ¿Es que no podía pedir una explicación primero o hacer de cuenta que no vio nada? El niño no había hecho nada más que cocinar y limpiar su casa, ¿cuál era la necesidad de llevarlo a los demás? Solo activaría las alarmas.

—Binghe—llamó sin dejar de mirar a Liu Qingge—, vete de aquí. Yo solucionaré esto.

—Shizun...—Binghe quiso decir más, pero se quedó callado.

—¡No te puedes ir!—dijo Liu Qingge sacando a ChengLuan para lanzarse a atacar.

De repente, un águila de tinta pasó volando y golpeó al espada de Liu Qingge. Shen agradeció que Ming Fan hubiera dejado esa protección en la casa porque no estaba seguro de haber podido sacar a XiuYa a tiempo. Liu Qingge se tambaleó y Shen volteó hacia Binghe.

—Vete ahora—dijo serio.

Luo asintió y sacó a XinMo, la espada era negra y fina, pero irradiaba tal energía malvada que era difícil no sentirse afectado por la misma. Una densa energía, un miasma tan pesado y oscuro. Podía entender por qué Luo Binghe fue tan afectado por la espada en su primera vida. La cantidad de energía de la espada era escalofriante. Mientras Binghe la mantenía envainada no se notaba, pero cuando la sacaba, era como si todo se desatara.

De repente Binghe lo tomó con un brazo y lo acercó a él, usando la espada para bloquear un ataque de Liu Qingge. ChengLuan y XinMo chocaron con fuerza, ambas energías tan contrarias generando una onda expansiva que movió el interior de la casa de bambú. Shen seguía siendo sostenido por Binghe, quien lo mantenía contra su cuerpo para protegerlo de los ataques de espada.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora