Burn with you (Evan Buckley)

Capítulo 24

Había decidió ir de compras con Jo y Mar, las tres habíamos pensado en comprar ropa nueva para ir a la discoteca el fin de semana. Buck había salido de la ciudad para ir con sus padres junto a Maddie y Jee, así que estaría sola estos días hasta su regreso. Jo le lanzaba prendas a la pobre de Mar, quien había insistido en que ella misma podía elegirse alguna sola, pero después de que Jo vio como tomó algo tapado hasta el cuello, decidió tomar las riendas del asunto, no iba a permitir que la primera salida de su hermanita en Los Ángeles no fuera memorable.

Estaba saliendo del probador con un bonito vestido con lentejuelas morados, no era mi elección favorita, pero Jo había insistido a que me lo probara.

-No, no me gusta, pruébate este mejor-dice la castaña y me entrega un conjunto negro con brillo.

-¿Cuál es tu obsesión por el brillo?-le pregunto mirando que es el quinto atuendo que me pruebo con esta modalidad.

-Debemos destacar, no todos los días saco a mi hermana a buscar a un hombre para montar-sus palabras hacen que me ría y vemos a Mar salir.

-Lo odio-dice la pelirroja mirando su conjunto ajustado de color azul marino con brillo, si, Jo no iba a dejar que ninguna saliera sin brillos, combinado con unos tacones negros de punta de aguja, estaba despampanante.

-Wow, si fuera hombre Mar, no dudaría en pedirte tu número-digo mientras que Jo le silva.

-Estas que ardes chica, si esa noche no sales con un polvo, no sé qué diablos esperas-continua la castaña.

-¿Quién te dijo que estoy buscando uno? O ¿Quién te dijo que no tengo a alguien?-contesta Mar y al instante abre los ojos y se tapa la boca queriendo reprimir sus palabras.

-¿Que acabas de decir Marion Suarez? ¿Quién es el chico? O contestas ahora o te lo saco a la mala-la castaña se acerca rápidamente a la pelirroja y está se aleja de los ojos espectadores de su hermana.

-No dije nada, olvídalo-la cara de mi prima menor estaba roja como su cabello.

-Jo, déjala, si le gusta alguien, deja que sea ella que nos cuente cuando esté lista.

-No, que hable ahora o la callo para siempre-amenaza Jo.

-Me da vergüenza, bastante decirlo.

-No debes tener vergüenza Mar, somos nosotras-me acerca a ellas y me recuesto del hombro de la chica, ahora con esos tacones era un poco más alta que yo.

-Edmundo Díaz-las palabras que salen de su boca rápidamente, a la vez el rostro de Jo palidece y en mi cara se siembra la sorpresa.

-¿Te gusta, Díaz?-pregunta con asombro Jo.

-No es que me gusta, se me hace muy atractivo, es un hombre lindo y su hijo es adorable.

-También te lleva como diez años o más, es muy grande para ti, Mar-solo escuchar esas palabras por parte de Jo hace que frunza el ceño, ya que ella era la que siempre decía que los hombres mayores son los mejores y más experimentados-Además ya tiene un hijo, quizás quiera luego llenarte de bebés y debas dejar tu carrera para ser ama de casa, piénsatelo bien.

-No escuches a Jo, Eddie es un buen hombre y nunca haría nada de esas cosas, escucha a la chica con la que convive todo el día, él es como mi mejor amigo en la estación, no escuches a la chica con la que se vive matando como perro y gato-la mirada fulminante de Jo hacia mí, me tenía un tanto confundida.

-Eddie es un imbécil-escupe las palabras y solo se da la vuelta para ir hacia los vestidos que ya nos habíamos probados-Pero si tanto te gusta, inténtalo, si sale mal o te rompe el corazón, avísame y le pateare el culo-toma la ropa y desaparece de los probadores con la ropa en las manos.