Burn with you (Evan Buckley)

Capítulo 35

Narrador

Buck caminaba de un lado a otro en el espacio de su sala, intentaba aclarar sus ideas, pero su mente era un remolino de malos pensamientos. Los múltiples escenarios donde de donde podría estar la rubia, le carcomían la cabeza. Estaba descartada, en todo su esplendor, la idea de que Evie le estuviera siendo infiel, conocía a la chica, a su chica, no era alguien que fuera capaz de semejante cosa, aun cuando, estaba molesto por que le haya mentido sobre seguir viendo a ese señor.

La llamada de Bobby lo saca de sus pensamientos y no duda en contestar, esperando que sean buenas noticias.

-Dime que ya saben algo, Bobby-la desesperación se hace presente en su voz e intenta mantener algo de la calma, aunque no sabía cómo hacerlo.

-La verdad es que no, Buck, Athena pidió buscar el nombre en la base de datos y ninguno concuerda con la descripción-la respuesta de Bobby hace que un nudo se le forme en la garganta, ahora sí que sería una búsqueda imposible.

-¿Dices que el nombre es falso o algo parecido?-esperaba que no fuera esa la razón, lo deseaba con el alma.

-Por los datos encontrados, podríamos deducir que sí, que puede ser falso-Evan suelta más maldiciones y siente como esta por perder el control-De la ceremonia. ¿No tendrás alguna foto de Evie con ese señor? Con una foto sería más fácil.

-Déjame buscar en mi teléfono, debe haber algo-Buck coloca el teléfono en altavoz y comienza a buscar en su galería, pidiéndole a los cielos que si tuviera una foto de ese desgraciado, pasa sus dedos con prisa por la pantalla, hasta que da con su objetivo, una foto que se tomó de los presentes-La tengo Bobby, te la haré llegar.

-Bien, Buck, Athena prefiere que vengas a casa, para que podamos ayudarnos mejor.

-Está bien, llegare allá en unos minutos.

Sin pensar mucho, Buck toma sus llaves y maneja a la casa de de Bobby y Athena, sus manos se aferran al volante y pisa lo más fuerte que puede el acelerador, el tráfico de Los Ángeles no le ayudaba para relajarse, la frustración y desesperación gobernaban su cuerpo, su mente era una nube negra de escenarios atroces, respirar le costaba y solo tenía una cosa en mente, encontrar a su mujer. Logra estacionarse y corre a la entrada de la casa de su suegro, al entrar ve las caras preocupadas de ambas personas y siente un escalofrío recorrerlo de la cabeza a los pies.

-¿Descubrieron algo?-pregunta temeroso, sus expresiones dejaban mucho que desear o pensar.

-Vamos a la cocina, para mostrarte lo que me enviaron-espetó la morena y el rubio asiente en afirmación.

Buck camina detrás de Bobby y Athena se acerca a su ordenador portátil, lo que estaba por enseñarle sería algo difícil de ver, pero era una verdad que Buck debía conocer, gira el dispositivo en dirección al rubio, dejando ver un reportaje de hace cinco años sobre la muerte de una chica, que le había sacado el aliento al ver a la víctima, "Joven promesa fue cruelmente asesinada en su casa y el principal sospecho es su padre, Jacob Henry" era el encabezado, donde había debajo una foto de una chica parecida a Evie en la pantalla y a su lado una foto del "Señor Marcus".

El oxígeno se desapareció de los pulmones de Buck, él aire era tan pesado que era difícil respirarlo, las luces interferían con su vista y una neblina empezaba a obstruir su mente, su corazón se sentía acelerado y su pecho empezó a subir y bajar con fuerza, su cuerpo empezó a sentirse débil, Bobby lo tomo del brazo y lo ayudo a sentarse, Athena se acercó con un vaso de agua, tragar era difícil, su garganta se sentía áspera y un nudo se encajaba en ella, evitando poder beber el agua.

Sus ojos se dirigían a cada una de las personas que tenía a su frente, ninguno emitía sonido alguno, pero el reflejo de tristeza oscurecía sus miradas, demostraba que estaban afectados tanto como él al ver esa noticia, nadie sabía que decir, la situación se iba de las manos de cualquiera. Athena era quien tenía la mente más fría, ya estaba maquinando en su cabeza un plan para rastrear a aquel hombre y encontrar a su hijastra, no iba a descansar hasta poder traerla de vuelta a casa.