Burn with you (Evan Buckley)

Capítulo 28

Un restaurante en el centro de la ciudad había tenía una gran fuga de gas, la gran mayoría de los comensales habían sido evacuados desde que se detectó la fuga, pero una pequeña chispa había disparado una fuerte explosión, apenas llegamos nos bajamos del camión disparados para apagar las grandes llamas, las cuales amenazaban con expandirse a más edificios de la cuadra.

El local era de un nivel, por lo que facilitaba nuestro trabajo, tengo una manguera en mis manos y apunto hacia las ventanas del lugar, mientras le damos acceso al equipo que iba a ingresar. El triage era comandado por Hen y Chimney, mientras que Bobby se encargaba de trazar el plan para que las llamas no se expandieran, Eddie y Buck iban en el grupo que entraría al edificio, verlo desaparecer entre las llamas dio un apretón en mi pecho, pero mi genuina confianza en él, no me permitía estar preocupada, al contrario, estaba orgullosa de su excelente trabajo.

La presión del agua baja en la manguera, miro atrás y mis compañero dicen que el camión está casi vacío, una hora antes habíamos tenido otro incendio y apenas habíamos recargado el camión antes de la nueva emergencia.

-Mark, toma la manguera, iré a buscar un hidrante-le grito a uno de mis compañeros, dejo la manguera en sus manos y seguía apuntando al fuego.

Comienzo a mirar en todas las direcciones, en busca de un hidrante, cerca de un vehículo se encontraba uno, el imprudente conductor obstruía el camino.

-Pero será imbécil-suelto en un arrebato de ira, me subo al capo del auto-¡El dueño de este auto, necesitamos que lo mueva ahora o tendré que atravesarlo!-grito y nadie me pone atención, mi ira aumenta al ver a un hombre acercarse molesto a donde estoy.

-Estúpida niña, bájate de mi auto ¡eso vale más de lo que ganarías en toda tu vida!-me grita devuelta y puedo sentir la ira recorrer todo mi cuerpo, no era mentira que el auto se notaba costoso, pero no me importaba.

-No importa cuánto valga, sáquelo de aquí, ¿no ve que hay un incendio acaso? Su vehículo está obstruyendo propiedad del estado-mi voz sonaba con bastante recelo mientras le señaló el hidrante-Se necesita utilizar el hidrante, nos estamos quedando sin agua para combatir el incendio.

-¿Moverlo? ¿Está loca acaso? Sabe lo complicado que es moverse entre todo este tumulto, solo mire esos dos autos, intento salir y mi precioso auto se rayaría, además, ¿no se supone que ustedes cargan su camión con lo necesario? ¿Es mi culpa que no tengan suficiente agua?-sus palabras salen con un tono de burla, las ganas de golpearlo aumentan.

-¿Que no puede salir? Tiene el espacio suficiente, le advierto, me corrijo, le exijo que mueva su carcacha o lo muevo yo-bajo de donde estoy y lo observo con una mirada retadora.

-¿A si muñeca? Pagaría por verlo-busca en sus bolsillo y saca las llave del auto-Muévelo tú, si lo rayas, te demando a ti y a esta ciudad.

Mi pecho subía y bajaba con ira, no iba a dejar que un imbécil me intimidara, tomo sus llaves y veo la cara de sorpresa del señor.

-¡Altman!-le grito a un compañero y este viene a mí deprisa-Coloca la manguera en el hidrante después de que mueva este auto-el chico solo asiente y yo desbloqueo el vehículo.

Camino hasta la puerta del piloto, los ojos de aquel hombre no dejan de mirarme, pensaba que yo no sería capaz, no sabía con quien se acababa de meter. Enciendo el auto, un suspiro se escapa de mis labios y pongo en marcha el vehículo, con unas cuantas maniobras salgo de entre los dos vehículos, manejo un poco más e ingreso a un callejón que estaba cerca de la escena, estacionó el auto en el lugar y bajo dándole un portazo.

El rostro del hombre demostraba mucha sorpresa, coloco el seguro de su precisado auto y le lanzó las llaves a la cara, algo aturdido, logra evitar las llaves y las toma en sus manos.