Capítulo 39

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Buck

Eddie aparca su camioneta detrás de la patrulla de Athena, habíamos llegado a la gasolinera donde habían visto a aquel señor por última vez, bajamos de la camioneta y avanzamos hasta llegar con el grupo de policías. Nos piden mantenernos al margen en lo que revisan las cámaras y el perímetro.

Los ojos de Jo buscan los míos pero quito la mirada cuando ambos conectamos, la castaña no había dejado de tratar de buscarme desde ayer, me encontraba renuente a escuchar cualquier excusa que saliera de ella o de su hermana. Meto mis manos en mis bolsillo y me apoyo en la camioneta de mi amigo, ninguna dice nada, solo veíamos a la nada esperando noticias.

Casi una hora después, la detective se acerca para darnos noticias, no se encontró mucho pero habían rastreado unas cámaras más adelante que nos podían guiar para encontrar más pistas, la solicitud había sido extendía a los policías de la zona y estos nos los harían llegar en cuanto lo consiguieran.

Pasaban las siete de la noche cuando llegamos a la estación, no habíamos ido todos, Eddie, Athena, Bobby, Jo y yo nos encaminamos hacia aquella gasolinera, mientras los demás se habían quedado a repartir más volantes y peinar más zonas de Los Ángeles. Camino en dirección a la estación y una mano me toma del brazo, sin tener que pensar mucho sabía quién era. Algo en lo que éramos iguales Jo y yo, era en lo cabeza duras que somos. Ella tenía en la cabeza el explicarme la situación y yo el ignorarla.

Me suelto de su agarre sin girarme y apresuro mi paso hacía las escaleras, llego arriba donde todos nos esperan, veo unas cajas de pizzas y me acerco a tomar una rebanada, el hambre ya se hacía presente luego de tantos días de mala alimentación, cuando abro la caja una mano la cierra de imprevisto.

-No vas a fingir que no existo, Evan Buckley-la voz molesta de Jo me produce migraña, en estos momentos, desea con todas mis fuerzas que hubiera solo silencio.

Ignoro sus palabras y camino hacia el sofá, sacó mi teléfono y empiezo a jugar en una de las apps, sabía que eso la iba a poner como loca, pero nadie me importaba en estos momentos, solo Evie.

-Bien, actúa como quieras, pero callada no me voy a quedar, me escucharas, aunque sea a gritos-la chica camina hacia mí a pasos apresurados y me arrebata en aparato, no le doy importancia, decido cerrar los ojos y fingir que duermo-Si, finge que duermes, pero eso no hará que no me escuches, maldita sea Evan, ¿Qué diablos esperaba que yo hiciera? Dime ¿Qué era lo correcto, maldición?

-¿Lo correcto? ¡Lo correcto era decirme que mi hijo también estaba en riesgo! ¡Eso era lo correcto, Jo!-me levanto de mi lugar, podía sentir mi cara hervir de la ira y Jo solo me mira desafiante, alzando la mandíbula en mi dirección con sus ojos negros penetrándome el alma.

-¿Crees que no quise hacerlo? Solo mírate, te decía y no pudiéramos detenerte de que destruyeras todo la ciudad, era necesario no decirte.

-Y lo haría, claro que lo haría, si eso me devuelve a Evie, ¡la encendió completa ahora mismo!-mis gritos y los de Jo competían por ver cual se escuchaba más alto, ninguno diría que no tenía la razón.

-¡Lo hice para protegerte! ¡Solo quería evitar que cometieras alguna locura, Buck!

-Si tanto quieres proteger, ¿por qué no protegiste a Evie, Jo?-sabía que mis palabras habían sido tan frías y duras como el hielo, el ver su cara palidecer y sus ojos llenarse de lágrimas me lo confirmaron.

-¿Me estas culpando?-su voz sale en un susurro y me arrepiento de inmediato, pero ya era tarde, no podía borrar lo que dije.

-Tómalo como quieras-digo seco, le arrebato mi móvil y abandono la estación con los ojos de todos mis amigos sobre mí.

Burn with you (Evan Buckley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora