Buck
Si tuviera que describirme, nunca usaría la palabra paciencia como una de mis virtudes, sería mejor usar la palabra impaciente en su lugar. Siempre he sido de los que actúan y luego piensan, nunca he sabido quedarme sentado a esperar por órdenes o respuestas, me gusta ser el que simplemente actúa y luego sufre las consecuencias. Siempre he sido así desde niño.
Pero tras lo de Evie, he tenido que sacar mi lado más paciente, más dócil, coserme los labios para evitar decir alguna estupidez, pensar antes de hablar y ver los pro o contra de cada decisión que estaría por tomar, todo para ser un lugar seguro a ella, siempre pensando en darle lo mejor para ella.
Cuando regreso, supe desde que la vi, que ya no brillaba con la misma intensidad, que le tomaría un tiempo o quizás más, recuperar eso que le habían arrebatado, que si no podía servirle de soporte mejor me alejara, por eso trata de ir a su ritmo y nunca hacerla sentirse presionada, no quería agobiarla o sofocarla, solo quería que mejorara a su tiempo, sin prisas. Por eso, cuando tomó la decisión de moverse a la habitación de huéspedes, en contra de todo lo que yo quisiera, lo acepte sin quejarme. Si dormir solo era lo que necesitaba, yo la apoyaría aunque me doliera perderla.
La cama se sentía más fría ahora que volvía a estar sin ella, siendo lo más duro, el tenerla a unos metros de mí, pero tenía que respetar su decisión y apoyarla, aun cuando no me agradará del todo.
Los días luego de su regreso fueron duros, verla solo mirar a la nada y tener que presionarla para comer, era difícil, extrañaba a sobre manera aquel sol de verano que era, tan despampanante, animada, feliz, nadie nunca podía estar triste cuando ella estaba cerca, con sus bromas y juegos le sacaba una sonrisa a cualquiera, y a mí, me robaba el corazón cada vez que la veía así de feliz, pero ahora, solo era una nube negra de lluvia y no se esperaba tener días cálidos pronto.
En días anteriores, dejamos a su abuela en el aeropuerto, aquella señora de mejillas rosadas, se negaba a querer irse, pero Evie había dicho que ya estaba mejor, ahora sentía la necesidad de decirle lo equivocada que estaba y rogaría porque su abuela volviera. El dejarla sola todo el día, no era de mi agrado, pero quería dejar que recuperará su independencia, lo que sí, le dejaba sus comidas preparadas o Bobby le llevaba el almuerzo para que así confirmáramos que había comido. No me gustaba el tratarla como una niña pequeña y terne que controlar si ha comido o no, pero era lo que podíamos hacer por ella para que mejorara.
Me encontraba retirando mi uniforme, el turno había acabado y ya podía regresar a casa para ver como seguía, el día de hoy tuvo cita médica, a pesar de haber insistido para acompañarla, prefiero hacerlo sola, no puse algún peros a su petición, solo asentí y la dejé en la puerta del hospital. Tomo mi bolso de trabajo y salgo junto a mis compañeros.
Llego al Jeep y conduzco por las calles abarrotadas de Los Ángeles, el tráfico en estas fechas era un caos pero nada que la buena música no apacigua. Tarareo pensando en que esta sería nuestra primera navidad juntos en el departamento, tenía que hablar con Evie para saber si era de las que decora o solo una Grinch de la navidad, yo por mi parte amaba decorar gracias a Maddie, la navidad era su festividad favorita y se terminó convirtiendo en la mía.
Llego a casa y solo se escucha silencio, me aterraba regresar y todo estuviera en calma, como aquel día que volví y ella no estaba aquí. Guardo la calma, no podía solo sobre-alertarme por no verla, quizás estaba en otro lugar o estaba dormida, no podía dejarme engañar por los escenarios ficticios que creaba mi propia mente en mi contra. La busco por el departamento, no la encuentro en los lugares comunes y decido ir hasta la habitación de huéspedes, toco tres veces y no recibo respuesta, no me gustaba lo que pensaba hacer, pero la duda me estaba matando.
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Burn with you (Evan Buckley)
FanfictionCuando Evie llego a la 118, solo tenia una meta en mente: conocer a su padre. Pero estos planes cambiaron al llegar aquella estación. No solo le esperaba conocer al hombre que había ayudado a engendrarla, sino una familia llena de amor. Una que no q...