Capítulo 45

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Buck

Veo como su pequeño y débil cuerpo se desploma en mis brazos, el pánico que la envuelve junto a los gritos de desesperación me desmorona. Verla en este estado era lo último que quería. El solo verla así hace que la impotencia me recorra, que el coraje me posea y las ganas de gritar me envuelven. El haberla escuchado como se culpa así misma por todo esto, como si ella hubiera buscado todo este dolor, me destroza. ¿Cómo se culpa de esto? Cuando está más que claro que es culpa de ese monstruo, ese maldito hombre que nunca debió estar en nuestras vidas.

Si pudiera regresar en el tiempo, haría todo para evitar que Evie conociera a ese ser, que él se cruzara en nuestros caminos y nos llevara a este momento lleno de tristeza y lamentos.

Los doctores la retiran de mis manos, me negaba a entregarla, sentía que fuera de mis brazos era vulnerable, no quería, ni desea dejarla, pero debí ser fuerte y dejar que la atendiera, la llevan a la camilla y nos sacan a Jo y a mí de la habitación para que no estorbemos.

Cuando vi la sangre correr por sus manos, como el color carmesí tiño la tela de su bata y termino acabando en mis propias manos, hizo que el recuerdo de como la encontré me golpeará en la cara, dejándome tan afectado como ella, aunque creo que no podría ni imaginar cómo se sentía ella, no podía compararme con lo que Evie debía sentir al recordar su encierro, no quería ni imaginarme lo atroces escenarios que pudo haber vivido, esos pensamientos solo me envenenaban la mente y me hacían hervir de impotencia por no haber podido hacer nada para evitarlo. Quisiera poder transferir su dolor a mi cuerpo para así ser yo quien lo padezca.

La extraña sensación de fracaso me volvía abrumar, el saber que no pude evitar que volviera a sentir dolor, me hacía darme cuenta de que mi tarea de protegerla, había sido un desastre en una nueva ocasión.

Miro a Jo, estaba cabizbaja mientras lloraba en silencio, por más que preferiría esperar a que se calmara la incertidumbre me agobia y debía preguntar qué había pasado en esa habitación minutos atrás, necesitaba saber que pasó para encontrar a Evie en ese estado.

-Jo-su nombre sale de mis labios en un tono de regaño, pero antes de que pueda formular mi pregunta, es ella quien me interrumpe.

-Me pregunto por su bebé, no le dije, pero interpreto mis palabras-un hipido sale de sus labios y mi ceño se frunce, me encontraba frustrado, no quería que Evie supiera sin que antes mejorará-Sé que acordamos algo, pero debes entenderme Buck, me conoce como a la palma de su mano, por más que quisiera mentirle, lo iba a saber solo con verme-la sincera preocupación y culpa que me transmiten sus ojos, antes de apartarme la mirada, hace que abandone mi semblante molesto, ella nunca haría nada para herirla, ellas se amaban más que a sí mismas.

Su mirada está posada en el suelo, no es capaz de mirarme, se sentía culpable, la entendía, yo me sentiría igual, aun cuando supiera que no era mi culpa. Suspiro con frustración por la situación, tener a Evie en este estado no era el mejor. La habían tenido sedada por unos días luego de la operación, su cuerpo necesitaba recuperarse, el legrado y herida de aquella bala, fueron dos operaciones muy pesadas para su cuerpo, por lo que la durmieron hasta que sus signos mejorarán, fue la mejor de las opciones en este caso.

Espere en el pasillo a que los doctores nos digan algo, mis manos sudan y me muevo de un lado a otro esperando que cuando salgan, sea para dar buenas noticias o malas en su defecto. Me detengo de hacer un hoyo en el suelo con mis pies y suspiro frustrado, me apoyo en la pared y miro el techo, tratando de despejar mi mente, pero no podía, solo pensaba en ella y en que se recuperara tan pronto como fuera posible para así sacarla de este lugar.

Esperamos casi dos horas hasta que salen las enfermeras seguidas de los doctores, nos explican que se le soltaron algunos puntos y la presión del movimiento la había hecho sangrar pero por suerte no la iban a tener que operar de nuevo, solo suturaron otra vez pero la deberán mantener sedada hasta que sane, no querían que se expusiera a otro ataque o que la herida se infecte por el ajetreo, yo estaba de acuerdo con ellos, no iba a negarme a nada que la pudiera ayudar a estar mejor, así que no puse un pero a su decisión.

Burn with you (Evan Buckley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora