Capítulo 40

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⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️ADVERTENCIA ⚠️ ⚠️ ⚠️ ⚠️ ⚠️

Por favor evitar este capítulo si eres sensible con la violencia de género y el abuso o agresión física.

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Evie

Caminaba de un lugar a otro, el frio del suelo me helaba la plata de los pies pero no me sentía lo suficientemente tranquila para solo sentarme, me encontraba ansiosa, hoy saldría de esta prisión. Los últimos dos días había tramado mi plan y lo había conseguido, si todo salía bien, para esta hora mañana, seria libre. Luego de su ataque y mi confesión, tenía el privilegio de no estar encadenada, si a eso se le podía llamar privilegio, así se me facilitaba vomitar con mis nauseas matutinas, también tenía comida empaquetada de todo tipo, a la vez que se me complacía con cualquier capricho que quisiera, una ventaja que usaba para así sacarlo de aquí y no pusiera sus manos sobre mí, de solo pensar tenerlo cerca, un escalofrío me recorre.

Horas antes lo tenía acostado cerca de mi vientre, aunque quisiera, no podía rechazarlo, si lo hacía, no sabía de qué sería capaz. Él dibujaba círculos en mi estómago y hablaba de lo emocionado que estaba con la idea de ser abuelo, se decido a contarme historias de cuando "era pequeña", bueno, de la infancia de la pobre Annabelle, ya no me quedaba alguna duda de que él la había matado y que todo lo que me hacía a mí, lo había repetido con aquella pobre víctima. Tenía tanto miedo de terminar como ella, que me contenía de hacer cualquier locura.

Mi plan era sencillo, o eso esperaba, haría que dejara la puerta había y lo invitaría a dormir conmigo, cuando supiera que era el momento trataría de quitarle las llaves para abrir la puerta que estaba más arriba. Gracias a que podía pararme con facilidad, cuando el salía me colocaba detrás de la puerta y pude escuchar como caminaba por un pasillo para luego subir unas escaleras de hierro, no debía verlas para saber de qué eran, el estruendo que emitían cuando él subía por ellas las delataban.

Esperaba su regreso con ansias, le había comentado que no tenía las pastillas prenatales que me había recetado el doctor y que eso podía perjudicar mi embarazo, la preocupación pasó por su mirada y acepto ir por ellas, decía que a su "nieto" no le faltaría nada, a la vez que me anunciaba que pronto íbamos a abandonar este lugar. La simple idea de que no iríamos de aquí, me asustaba más que estar aquí encerrada, no conocía el rumbo que este iba a dar, quizás podíamos ir más lejos y profundo, a un lugar donde menos tuviera posibilidad de escapar o ser encontrada, la sola idea de no volver a ver a mi familia, amigos y a Buck, me daba un aterraba.

Había decidido colocarme el horrible vestido de mangas abrigadas, sentía que lo había a necesitar pata estar afuera, desconocía el clima que me esperaba y quería estar preparada, no traía zapatos y no tenía ninguno por aquí, nunca los ha traído, por lo que siempre andaba con los pies desnudos por el frio suelo, ya me había hecho la idea de que iba a tener que correr por el bosque descalza, pero si eso me daría la libertar que me fue arrebatada, sería capaz de correr sobre fuego si era necesario. Había tenido mi dosis de vomito en la mañana y me había estaba sintiendo mejor, la adrenalina me mantenía con energía, esperaba su regreso con ganas, esta mañana me había dicho la hora y el día en que me encontraba, seis días eran el tiempo en que me había encontrado prisionera, pero no le daría un día, ni una hora o un segundo más a mi captor, a partir de hoy sería libre, y nada lo iba a impedir.

Estaba detrás de la puerta, un sonido se hizo presente y lo escuche quitar el seguro de la puerta de la escalera, había aprendió a reconocer los sonidos, lo escucho bajar, era raro que lo hiciera tan rápido, pero quizás estaba impaciente. Luego de la escena del baño, algo había despertado en él, algo oscuro, donde me vi como la victima de deseos infernales.

Burn with you (Evan Buckley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora